Líderes de la oposición venezolana emergieron de Washington la semana pasada con una estrategia coordinada para enfrentar al régimen de Nicolas Maduro en una nueva ronda de diálogo organizada por Noruega, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca.
Juan González, asesor especial del presidente Jose Biden y director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad, dijo a McClatchy en una entrevista el jueves que los opositores salieron de una ronda de encuentros con funcionarios de la administración con una agenda coordinada sobre los próximos pasos a tomar.
Los primeros puntos en esa agenda tiene que ver con el diseño de una estructura para las conversaciones con el régimen que podría incluir concesiones de parte y parte. El funcionario de la administración Biden dijo que una arquitectura diplomática tiene que haber sido adoptada antes de que ellos puedan comenzar a conversar sobre el levantamiento de las sanciones impuestas al régimen.
La oposición venezolana “ha planteado lo que es un proceso de duración determinada, en fases, que conducen a pasos claros y concretos que son irreversibles y que conducen a una mayor apertura democrática del país”, dijo González. “Y en base a eso, han señalado su disposición a aceptar el levantamiento de las sanciones”.
“Esa [también] es nuestra política”, dijo González. “La política de Estados Unidos va a responder a pasos concretos que demuestren la seriedad [del régimen] en esa dirección “.
González y la subsecretaria de Estado Wendy Sherman participaron en una serie de reuniones con figuras de la oposición la semana pasada.
Durante la administración de Obama, Sherman dirigió las negociaciones de Estados Unidos con Irán sobre su programa nuclear, una serie de negociaciones altamente estructuradas que duraron más de dos años, y que contaba con varias fases y plazos distintos.
Pero las conversaciones entre Maduro y el ex presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, el líder de la oposición respaldado por Estados Unidos, enfrentan una serie de desafíos únicos.
Para empezar, el tiempo corre para Guaidó, cuyo mandato como presidente interino llega a su fin a finales de año. También está el hecho de que toda propuesta de dialogar con Maduro es un concepto altamente impopular en Venezuela, debido a que el régimen ha utilizado tradicionalmente ese tipo de iniciativa diplomática para ganar tiempo y disipar la creciente oposición.
Y el equipo de Guaidó entra a las conversaciones desde una posición muy débil frente a un régimen que ha solidificado lenta pero constantemente su control del poder en Venezuela.
Las sanciones de Estados Unidos contra la compañía petrolera estatal de Venezuela, PDVSA, así como las sanciones individuales contra miembros de alto rango del régimen, en esencia son las única armas que le queda a la posición en su arsenal.
Parte del objetivo de los opositores en los encuentros que sostuvieron la semana pasada con legisladores y funcionarios estadounidenses clave del Departamento de Estado, del Tesoro y de la Casa Blanca, era definir que tanto podían ellos podían insinuar en materia de relajamiento de sanciones durante las eventuales conversaciones con el régimen.
“Yo diría que la verdadera influencia que tiene el equipo de Guaidó, y el más amplio frente de oposición, es Estados Unidos, y el hecho de que Estados Unidos, pero también la comunidad internacional, está apoyando a los venezolanos que quieren un futuro democrático”, dijo González.
Si bien González enfatizó que el alivio de las sanciones solo serían contempladas tras la adopción de acciones concretas por parte de Maduro, sugirió que la adopción de nuevas medidas adicionales de presión sobre Maduro podría servir como herramienta de negociación para la oposición a medida que avancen las conversaciones.
“Estamos muy enfocados en expandir el consenso internacional a favor de elecciones libres y justas”, dijo González. “Ese cambio de enfoque por parte de la administración ha pasado de una pequeña lista de países clave que se han puesto del lado de Estados Unidos en Venezuela a un grupo mucho más amplio, que incluye a toda la Unión Europea, respaldando expectativas claras sobre lo que debe ser el camino a seguir en Venezuela.”
ELNUEVOHERALD