La versión oficial del ataque que culminó con la muerte del mandatario caribeño genera escepticismo en el público haitiano.
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La búsqueda de los asesinos del presidente de Haití, Jovenel Moïse, ha resultado hasta ahora en casi una veintena de arrestos. Entre los detenidos destacan ex miembros del Ejército de Colombia que habrían tenido un papel fundamental en el magnicidio.
Léon Charles, jefe de la Policía Nacional de Haití, especificó que 15 de los detenidos eran de nacionalidad colombiana. Aclaró que todavía están buscando ocho sospechosos más y que tres murieron enfrentando a la policía.
El gobierno de Colombia determinó que seis de los sospechosos en Haití, incluidos dos de los muertos, eran miembros retirados de su ejército. Las identidades de los militares se mantiene en reserva.
El presidente colombiano Iván Duque habló con Claude Joseph, el primer ministro haitiano, y le ofreció toda la colaboración para investigar el hecho.
La noche de este jueves, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, también había reconocido que la participación del grupo de exmilitares colombianos en el magnicidio. Igualmente se comprometió a colaborar con la investigación de las autoridades haitianas.
El jefe de la policía nacional colombiana, general Jorge Luis Vargas Valencia, dijo: “Se formó un equipo con los mejores investigadores … van a enviar fechas, horarios de vuelo, información financiera que ya se está recopilando para enviar a Puerto Príncipe”.
Mercenarios haitiano-estadounidenses
Pero además de los colombianos, dos ciudadanos con doble nacionalidad (de EEUU y Haití) participaron en el ataque. Los haitiano-estadounidenses fueron identificados James Solages y Joseph Vincent.
Durante años, Solages efectuó trabajo de caridad en la ciudad costera haitiana de Jacmel de la que aspiraba ser alcalde. En la página web de una organización que daba ayuda humanitaria a esa ciudad se presentaba como «agente diplomático certificado». La organización estaba asentada en el sur de la Florida, EEUU.
En su página de biografía para la organización benéfica, Solages dijo que anteriormente trabajó como guardaespaldas en la Embajada de Canadá en Haití. Registros en Florida muestran que tenía registro de armas vencido.