Jackson Palmer, uno de los creadores de Dogecoin, ha vuelto a twiter para dar su opinión sobre por qué cree que las criptomonedas son, en líneas generales, una estafa. Asegura que se trata de una tecnología “hipercapitalista”, pensada para que los ricos se hagan más ricos.
“Después de años de estudiarlo, creo que la criptomoneda es una tecnología hipercapitalista inherentemente de derecha construida principalmente para amplificar la riqueza de sus defensores a través de una combinación de evasión fiscal, supervisión regulatoria disminuida y escasez impuesta artificialmente”. Comentaba Palmer en uno de sus tweets.
“La industria de las criptomonedas aprovecha una red de conexiones comerciales turbias, personas influyentes compradas y medios de pago por juego para perpetuar un embudo de culto de “hacerse rico rápidamente” diseñado para extraer dinero nuevo de los ingenuos y desesperados financieramente”, añadió.
El co-creador de Dogecoin asegura, además, que es extremadamente complicado mantener un debate sobre las criptomonedas. Incluso la mínima critica acera del mercado de las criptos enfurece a las personas más poderosas que controlan la industria. También a los usuarios que les han vendido la falsa promesa de que serán multimillonarios.
¿Realmente controlan las “figuras adineradas” las criptomonedas?
En otro de sus tweets, palmer menciona que la industria de las criptomonedas está controlada por “un poderoso cartel de figuras adineradas”. ¿Podría estar refiriéndose a Elon Musk?
Muchos usuarios han acusado al CEO de Tesla de influir en el mercado de las criptomonedas. ¿El motivo? la publicación de tweets que hacían subir o bajar los precios del Bitcoin y otras criptos. De hecho, cuando Musk publicó un tweet sobre si debería aceptar Dogecoin como método de pago para sus viajes a la luna, el precio de esta criptomoneda ascendió a máximos históricos. Su subida fue tan elevada, que se convirtió en la cuarta moneda digital más grande del mercado.
El mercado de las criptomonedas, sin embargo, también sufre golpes a causa de las restricciones de gobiernos como el de China, que prohibió a las compañías realizar transacciones, pagos y minado de Bitcoin, una decisión que desplomó el precio de esta criptomoneda.
