Si la administración Biden toma en cuenta la sugerencia del presidente colombiano, Venezuela se uniría a un grupo que incluye a tres aliados internacionales del chavismo: Cuba, Siria e Irán.
En el día de ayer, Iván Duque, el presidente de Colombia, pidió que Venezuela sea declarada por Estados Unidos como un país patrocinador del terrorismo.
La solicitud de Duque tiene que ver con los notorios vínculos del régimen chavista con grupos terroristas colombianos como el ELN y la Segunda Marquetalia.
Estas organizaciones criminales operan con total impunidad desde Venezuela. Recientes denuncias de la organización FundaRedes proveían pruebas sobre esa cooperación. Esas mismas denuncias le ganaron al director de esa ONG, Javier Tarazona, el encarcelamiento por parte del régimen chavista.
Según Duque, dicha declaratoria tiene como objetivo no solo develar la supuesta relación “perniciosa” entre Caracas y los líderes de dichos grupos. Pero también dice que obliga al régimen de Maduro a tomar un camino. «O seguir patrocinando el terrorismo o entregar el terrorismo a las autoridades de los países que los están buscando”, dice el mandatario.
Duque explica que desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, la comunidad internacional “condena, reprocha, sanciona y actúa frente a los países que protegen, patrocinan y dan refugio a organizaciones terroristas”.
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El precio de patrocinar al terrorismo
Iván Duque ha afirmado en varios escenarios que la dictadura de Maduro está detrás de ataques en Colombia y del atentado en su contra. Si la propuesta del mandatario se concreta, Venezuela se unirá a Cuba, Siria, Irán y Corea del Norte como un país patrocinador del terrorismo.
Cada año, Estados Unidos publica una lista de países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo. Esa clasificación depende del Departamento de Estado.
A los países que están señalados como patrocinadores del terrorismo, EEUU les impone duras sanciones. Se les prohíbe exportar o vender armas, ciertas exportaciones que también mejorarían sus capacidades militares son controladas y les restringe la asistencia económica. Tampoco pueden acceder a los préstamos del Fondo Monetario Internacional y otras instituciones.
También caen sobre ellos controles sobre las exportaciones de artículos de doble uso además de restricciones financieras. Igualmente, implica otras sanciones que penalizan a las personas y países que participan en cierto comercio con patrocinadores estatales del terrorismo.
Esa declaratoria aislaría aún mas al régimen chavista justo cuando intenta captar inversionistas extranjeros que les permitan mantenerse a flote.
La conexión con el ELN
En enero de este año, justo antes de que acabara el gobierno de Donald Trump, se publicó la más reciente lista que volvió a incluir a Cuba.
En su momento, el secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, señaló la negativa de Cuba a extraditar a miembros del ELN. Esa organización se responsabilizó por el atentado con bomba en enero de 2019 en una academia policial de Bogotá. En ese hecho murieron 22 personas.
Entonces, el secretario de Estado habló de la alianza de Cuba con Venezuela. Según Pompeo, el apoyo de la isla permite al presidente Nicolás Maduro mantenerse en el poder y crear “un entorno permisivo para que terroristas internacionales vivan en Venezuela”.
Justo antes de ser detenido por el régimen de Maduro, el director de FundaRedes, Javier Tarazona, denunció que el exministro chavista Ramón Rodríguez Chacín se reunía con los líderes del ELN. Entre ellos Nicolás Rodríguez Bautista (alias Gabino), Antonio García y Pablo Beltrán. Tarazona mostró fotografías de esos encuentros.
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