El 31 de julio de 2021, fue publicado por Meganalisis, a través de su VicePresidente Ruben Chirino Leañez el estudio CATI perteneciente a la serie “Verdad Venezuela 2021”, los cuales arrojaron los siguientes resultados cuantitativos:
(Análisis por Ruben Chirinos, VP de Encuestadora Meganálisis, intercalado en las imágenes)
El 30 de julio de 2021, se mantiene el deseo mayoritario por la salida del poder de Maduro y el chavismo.
Dicho deseo se manifiesta en el 76.3% de los venezolanos, y sigue siendo minoritario (13.9%) el apoyo a la permanencia de Maduro y el chavismo en Miraflores. Ya son 6.5 años de sólido rechazo a Maduro y al chavismo, y de deseos porque los mismos abandonen el poder, iniciando todo a partir de febrero de 2015, y destacando dos picos de dicho rechazo y anhelo:
El primero, en el primer trimestre de 2016, luego de la elección de la Asamblea Nacional con las dos terceras partes de “opositores”: en ese primer trimestre de 2016, el deseo por la salida de Maduro y el chavismo, se posicionó en 84.9%, (se debe recordar que en aquellos tiempos el “mediático nuevo presidente opositor” de la Asamblea Nacional y político de vieja data (Henry Ramos Allup), retiró de las instalaciones de la Asamblea Nacional, los cuadros y fotos de Hugo Chávez, además de ofrecer que en “no más de 6 meses Maduro estaría fuera”, se hablaba de enmiendas, adelanto de elecciones, etcétera, al final el mismo Allup terminó dialogando con Maduro en noviembre de 2016, acuñando su poco célebre y triste frase, “Hay que doblarse para no partirse”).
Luego el otro valor pico se produjo en enero y febrero de 2019, con valores de 88.9% y 89.8% con la aparición del hasta ese momento desconocido Juan Guaidó, quien asumió la presidencia de la AN, y por ende la presidencia de un nuevo gobierno interino, en el cuarto periodo legislativo, todo esto debido a ser miembro principal del partido ‘Voluntad Popular’ de Leopoldo López, al cual le correspondía la presidencia del poder legislativo ese año, como parte de un “acuerdo” interno de la coalición opositora denominada “Mesa de la Unidad Democrática (MUD)” que había ganado la elección parlamentaria de diciembre de 2015.
No obstante, pese a las decepciones, engaños, traiciones y desvaríos de los grupos “opositores”, podemos ver cómo ese deseo de cambio y salida de Maduro y del chavismo, está mayoritariamente arraigado desde hace más de 6 años, siempre alrededor de valores porcentuales muy altos.
El caso de la imagen de Juan Guaidó, encaja perfectamente en el adagio de pasar “De lo divino a lo ridículo” en 29 meses.
Para el 30 de julio de 2021, Guaidó cuenta sólo con el apoyo de 4.0% (el más bajo desde que apareció) y una animadversión del 84.9%, toda esta actual dramática realidad contrasta con el mes de febrero del 2019, cuando contaba con 84.6% de apoyo. La curva de apoyo a Guaidó es de constantes pendientes negativas desde febrero 2019, aceleradas las mismas como se observa en la gráfica de data histórica de Guaidó, por fallidos intentos o “errores” recurrentes, tales como el del no ingreso de la ayuda humanitaria el 23 de febrero de 2019, o el fallido y aún confuso supuesto “alzamiento militar” del 30 de abril de 2019, y más recientemente, en el mismo julio 2021, su anuncio y disposición de diálogo con Maduro en México, por encima de las condiciones adversas, lo cual lo llevó a su valor histórico más bajo de 4.0%.
Es indiscutible que tanto Maduro como Guaidó, son altísimamente rechazados y muy pobremente apoyados, más sin embargo el deterioro de Guaidó es tan dramático, que lo coloca unos pocos puntos por debajo de Maduro.
El diálogo sigue siendo profundamente mal visto por la mayoría de los venezolanos.
Para julio de 2021 el 71.3% no cree que de los diálogos entre Maduro y los opositores, salga algo productivo. Este rechazo hacia el diálogo está arraigado entre los venezolanos desde junio de 2014, posterior a la finalización de las protestas populares iniciadas en febrero de 2014, y que terminaron en el “primer” diálogo público televisado desde Miraflores, en abril del 2014. Luego, a partir de junio de ese año comenzó el ascenso de dicho rechazo al diálogo, el cual se mantiene después de 7 años. El diálogo en Venezuela, es sinónimo de traición, engaño, desmovilización y oxigenación para el chavismo.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) sigue teniendo muy poca credibilidad entre los venezolanos, más allá de los cambios recientes en su directiva en junio 2020 y mayo 2021, simplemente son cambios cosméticos e inocuos para su maltrecha imagen.
En la actualidad, el 72.1% NO CREE en el CNE, descrédito que está próximo a cumplir 5 años, ya que desde diciembre de 2016, el rechazo al CNE inició una curva de ascenso continua durante todo 2017, alcanzando un valor de 80.7% en enero de 2018, y su valor histórico más alto en septiembre de ese mismo año, de 81.2%, tres meses después de la elección presidencial de Nicolas Maduro.
El voto como herramienta de cambio también ha sido seriamente afectado por esta dinámica de baja credibilidad del CNE, y de lo estéril que ha resultado el mismo.
Para julio 2021 el 68.3%, opina que el voto no es capaz de producir cambios políticos, y solo 18.9% opina que sí puede generar cambios. La confianza en el voto como herramienta de cambio, tuvo valores altos entre marzo 2013 y marzo 2016, y a partir de esta fecha inició un sostenido descenso, el cual podemos adjudicar en parte a la decadente credibilidad del CNE, y a lo infructífero que resultó ser la elección de la Asamblea Nacional de diciembre de 2015 (de mayoría calificada opositora).
Desde marzo del 2016 hasta la actualidad (más de 5 años) el ejercicio del voto no despierta emociones ni entusiasmo entre los venezolanos.
El factor común que une a la “mayoría” los grupos políticos protagónicos en Venezuela, es el Socialismo, el cual a su vez es rechazado por el 71.4% de los venezolanos para Julio 2021, y el mismo ostenta en nuestros estudios, al menos 3 años consecutivos de altos y arraigados rechazos, algunos valores picos como el de 87.9% en abril de 2019.
El apoyo al socialismo en Venezuela no llega al 20% entre los ciudadanos. Si bien los venezolanos pueden mayoritariamente adolecer de formación ideológica al respecto, hay que comprender que dada la sistemática propaganda gubernamental y política pro socialista, y el contraste de esta propaganda con la realidad cotidiana, para los venezolanos, el socialismo es sinónimo de largas colas por combustible, largos y frecuentes apagones, escasez de agua potable, escasez de gas doméstico, falta de medicinas, millones de familiares que emigran, pobre poder adquisitivo, etcétera, en fin, para los venezolanos el socialismo es sinónimo de retraso, miseria y pésima calidad de vida, no necesitan leer a Karl Marx ni a Trostki, para forjarse una definición distinta de lo que es el socialismo.
Uno de los aspectos más irónicos en la Venezuela Socialista y Chavista del siglo XXI, es la fuerte dolarización de la economía, misma que se vio potenciada con el inicio de la pandemia en marzo de 2020.
Actualmente en 6 de cada 10 hogares, se emplean dólares con poca, mucha frecuencia y todo el tiempo, para costear los gastos del hogar. El porcentaje de hogares en donde lo hacían con mucha frecuencia, ascendió de 10.1% en febrero de 2020, a 28.9% en julio de 2021.
En relación a la vacunación contra la COVID-19, un 9.3% de los consultados respondió haber recibido al menos una dosis, y un 33.8% de ese 9.3%, agregó haber recibido todas las dosis requeridas, lo cual permite decir que agosto de 2021, inicia con solo 3.14% de los venezolanos completamente vacunados, muy lejos de las expectativas anunciadas por el propio Maduro, del 60% para octubre de 2021, con lo cual se la daría luz verde al inicio de las clases en escuelas y universidades.
Adicionalmente esta cifra de 3.14%, ubica a Venezuela, en los últimos lugares del continente americano en materia de vacunación contra la covid-19. Es pertinente agregar que del 66.2% que espera recibir las restantes dosis de sus vacunas, una amplia mayoría espera por la segunda dosis de la vacuna rusa Sputnik V.
Finalmente y no menos importante está el tema de Cuba desde la perspectiva de los venezolanos. Un 85.3% de los mismos, coinciden que en Cuba existe una dictadura y que ya es hora de que se produzca un cambio político en la isla. Un 84.3% considera que si en Cuba se produce un cambio de 180 grados del actual sistema a uno completamente distinto, todo el continente americano se verá positivamente beneficiado, y un 60.2% está convencido que, de caer el régimen cubano, los gobiernos de Venezuela y Nicaragua terminarán también dejando el poder.
Es indiscutible que para los Venezolanos, la libertad de Cuba, representa una nueva esperanza, que no existía hasta el 11 de julio de 2021.
Análisis por:
Ing. Rubén Chirino Leañez
Vice Presidente/CEO Meganalisis
ESTUDIOS DE OPINIÓN MEGANALISIS C.A.
www.Encuestadorameganalisis.com
Instagram: @Meganalisis
Esta y otras noticias en nuestro canal de Telegram TFPOficial; siguenos tambien por Instagram thefreedompost_