En las últimas semanas el mundo entero comenzó a hablar de “El Juego del Calamar”, la serie surcoreana que llegó a ser el programa más visto de Netflix en más de 90 países. El distópico drama refleja las desigualdades de clase y narra la historia de adultos con problemas financieros que participan en una sangrienta competencia por un premio de casi 40 millones de dólares.
En una de las primeras escenas el protagonista recibe una tarjeta con un número de teléfono al que debe llamar para ingresar al juego. Este número captó la atención de muchas de las millones de personas que lo vieron, generando una curiosidad tal que muchos comenzaron a marcarlo en sus móviles. Para su sorpresa, el número era real y pertenecía a un usuario surcoreano, de acuerdo a The Wall Street Journal.
El hombre de algo más de 40 años -cuya identidad se mantiene en el anonimato- dice que recibe 4000 llamadas por día, lo que promedia una llamada cada 20 segundos, y en entrevistas que brindó poco después del estreno de la serie afirmó que comenzó a tener problemas para dormir debido a las llamadas que recibía a altas horas de la madrugada y que ahora no puede hacerlo sin la ayuda de una medicación. Claro: la serie no sólo es vista en el huso horario de su país, sino en todo el planeta.
El hombre es dueño de una pequeña empresa y no puede modificar su número debido a que es el que utiliza hace 10 años, según declaró al canal MBC, y depende de él para trabajar. Cuenta que al principio creyó que había un problema con su celular o que eran llamadas de spam ya que ni siquiera sabía de la existencia de la serie. Todo se le aclaró cuando una de las personas al otro lado de la línea le explicó porque lo estaba llamando desde la otra punta del mundo.
“Ni siquiera he visto ‘El juego del calamar’”, dijo el hombre a una emisora local. “Es muy estresante, pero no puedo hacer nada”. Las llamadas y mensajes que recibe constantemente suelen ser de personas que le dicen que quieren participar del juego.
Otros “damnificados” también están sufriendo una situación similar. Hanna Kim, una oficinista de 26 años de Seúl, es dueña de un número de teléfono que varía del que aparece en la serie solo en los últimos dos dígitos. Y luego de que se viralizara el hecho de que el número corresponde a un número real, aumentando exponencialmente las comunicaciones que recibía el dueño de este, Kim también experimentó un repentino incremento en las llamadas y mensajes que recibía de extraños. Incluso llegó a recibir una desde Colombia.
Mientras algunos de los llamadores cortaban instantáneamente luego de que Kim atendiera, otros preguntaban “¿Es este el juego del calamar?”, según sus declaraciones al Wall Street Journal.
“Me da rabia porque me divertí mucho viendo ‘El Juego del Calamar’”, dijo Kim. También afirmó que le preguntó a Netflix y a la productora surcoreana Siren Pictures cómo manejarían su situación y le respondieron que no iban a proveerle una compensación económica.
Un vocero de Netflix dijo al WSJ que estaban trabajando junto a la productora para editar las escenas en las que se puede ver el numero, pero hasta el día de hoy el número sigue apareciendo en varias escenas y al principio del trailer oficial de la serie, que cuenta con más de 20 millones de visitas en Youtube.
Otro caso similar al de Kim es el de una joven universitaria de 22 años que prefiere ser identificada sólo por su apellido, Jeong. Ella también es propietaria de un número que solo varía en dos dígitos del número de la serie. Dice que recibe más de 100 llamadas por día y que es estresante, pero como en este momento está buscando trabajo atiende todas las llamadas. “¿Y si es una oferta de trabajo?”, declaró al WSJ.
No es la primera vez que ocurren cosas de este estilo en series o películas famosas. En Hollywood, por ejemplo, se reservaron 100 números de teléfono con el código de área 555 para que sean utilizados por las productoras en sus programas y evitar que personas reales sean víctimas de un acoso como el que vive el pobre hombre surcoreano dueño del famoso número del juego.
Un caso conocido es el de la película Todopoderoso, protagonizada por Jim Carrey. En ella Dios se contacta con el personaje principal a través de su pager -localizador- y aparece en pantalla un número telefónico. Dicho número resultó pertenecer a varias personas y a dos iglesias, que se vieron bombardeadas por llamadas durante las semanas posteriores al estreno de la película. Bruce Macinnes, que dirigía una de estas iglesias, recuerda que uno de los que llamó le preguntó “¿Eres Dios?”, y él le respondió que no, pero que si quería igual podía hablarle de la fe. La otra persona corto.
Preguntado por el diario The Wall Street Journal sobre si tenía algún consejo para los blancos de las llamadas hoy respondió “Sepan que eventualmente terminará”.
EL FARANDI
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