Papeles de Pandora arrojan nuevas pruebas sobre los negocios de Norka Luque

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Quien durante la última década haya querido mantenerse al día con el patrimonio inmobiliario de estas venezolanas, madre y tres hijas que gustan de hacerse pasar por las Kardashian, lo tuvo difícil: en un abrir y cerrar de ojos pasaron de una vivienda familiar en un suburbio de Caracas a apartamentos en Miami y París. Una oficina de servicios offshore en Panamá le pidió en 2016 a Norka Luque que actualizara sus fuentes de ingreso, entre las que reportó hasta una franquicia de tintorerías, pero se reservó parte de su imperio de bienes raíces y sus vínculos especiales con jerarcas del régimen chavista como la almiranta Carmen Meléndez o la extesorera Claudia Díaz.

En Internet hay numerosas pruebas de que a Norka Josefina Luque y sus tres hijas les gusta simular que son las dobles de las Kardashians en fiestas de disfraces. Las venezolanas, que por años vivieron en Prados del Este, urbanización de clase media-alta en Caracas, no solo se visten como la familia de celebridades estadounidense, sino que en redes sociales exhiben un estilo de vida muy similar: muestran sus viajes a diferentes ciudades de Europa en yate o en aviones privados y cada una se promueve con diferentes dotes artísticas, bien sea como cantante, diseñadora o curadora de arte. 

Podrían ser solo cuatro venezolanas exitosas en los negocios y pasar, por lo tanto, apenas advertidas, de no ser por sus vínculos con el chavismo, sus contratos con el Estado venezolano, el  llamativo auge económico que comentan sus allegados y la cantidad de bienes raíces que se han dedicado a acumular. El de Norka Josefina, la madre, ya es un nombre habitual en los entramados puestos bajo investigación por autoridades internacionales que siguen el rastro de dineros negros provenientes de las arcas públicas venezolanas.

Por ejemplo, en Liechtenstein, el principado alpino que para casi todos los efectos funciona como un paraíso fiscal en el corazón de Europa, las autoridades identificaron a Luque como la persona que manejaba una de las empresas usadas por Claudia Díaz Guillén, extesorera de Venezuela y enfermera de Hugo Chávez antes de su designación en ese cargo, para la compra de 250 lingotes de oro. Díaz Guillén vive en Madrid y, a pesar de contar con una recién adquirida nacionalidad española, la Audiencia Nacional acaba de aprobar su extradición a Estados Unidos, donde enfrentará cargos por lavado de activos en un caso que la vincula, junto a su marido, Adrián Guarapiche Velásquez Figueroa, al empresario Raúl Gorrín.  

Documentos incluidos en los Pandora Papers, la filtración de 11,9 millones de documentos recibida por el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ, por sus siglas en inglés) con información procedente de 14 proveedores de servicios offshore, arrojan ahora nueva luz sobre el origen de los negocios de Norka Luque (ex de Martínez) y sus tres hijas, así como su posterior expansión por diferentes rubros y geografías hasta llegar a convertirlas en verdaderas magnates de los bienes raíces.

En las compañías reflejadas en la filtración hay un patrón familiar. Luque, de 58 años de edad, se mantiene casi siempre en sociedad con sus tres hijas: Norka Martínez Luque, de 35 años; Verushka Martínez Luque, de 33; y Mariushka Martínez Luque, de 29 años. Entre todas manejan al menos 19 empresas, tres de ellas en los paraísos fiscales de Panamá e Islas Vírgenes Británicas, once en Estados Unidos y una en Francia, de acuerdo con los registros públicos de cada país, con las que se dedicaron a comprar inmuebles que suman al menos 5,5 millones de dólares y un avión valorado en 1,5 millones de dólares.

En 2016, Luque procuró los servicios de Overseas Management Company (OMC), uno de los 14 proveedores de servicios offshore de la filtración, con sede en Panamá, para abrir una empresa en Bahamas. El trámite obligó a Luque a redactar una carta sobre el origen de los fondos, que resulta elocuente sobre los bienes que manejaba, al menos para entonces.

En esa deposición propia, Luque advierte sobre la herencia familiar dejada por su padre (“dueño de negocios de ganadería y de importación de ropa y accesorios”), y luego reporta ingresos como dueña en Venezuela de la franquicia de tintorerías de origen francés, 5àsec, y de empresas de remodelación de oficinas en Estados Unidos, así como del alquiler de inmuebles en ese país, junto a la propiedad de empresas como Officetech 3652, S.A. e Invergroup, estas en Venezuela.

Un ‘rally’ de compras

La filtración de los Pandora Papers también revela que Norka Josefina es dueña de la empresa 51 Montaigne Invest registrada en París. Fue una de las primeras sociedades que creó fuera de Venezuela. Fue en 2008, cuando la empresa se fundó con el nombre de SCI Davnork.  

Hace 13 años y a través de esa compañía, Norka Josefina Luque y sus hijas -entonces muy jóvenes, de 22, 20 y 16 años de edad, respectivamente- hicieron una inversión millonaria en Francia. Entonces se dividieron las acciones en cuatro partes iguales y compraron un inmueble ubicado en la glamorosa dirección del 51 al 55 de la avenida Montaigne de la capital francesa. El precio: 2,25 millones de euros, a razón de 23.000 euros el metro cuadrado. La avenida Montaigne alberga a las grandes casas de la alta costura parisina y se encuentra entre las más cotizadas de la ciudad. 

El documento de la empresa que contiene detalles de la compra de la propiedad en París -obtenido a través del Proyecto sobre la Delincuencia Organizada y la Corrupción (Occrp, por sus siglas en inglés)- detalla que Norka Luque y sus muy jóvenes hijas compraron un apartamento de cinco ambientes con balcones, ubicado en el quinto piso del edificio, una bodega ubicada en el primer sótano y un espacio para un vehículo en este lugar.

Para el año 2020, la empresa familiar que detenta la propiedad cambió su nombre a 51 Montaigne Invest, pero conservó su razón social: la adquisición, administración, transferencia y operación, para alquiler o no, de propiedades, además del mantenimiento y posiblemente el desarrollo de bienes que compren con esta empresa. 

La adquisición de este lujoso inmueble fue solo el comienzo de la compra de al menos cinco apartamentos más, según pudo confirmar Armando.info.

Luque compró dos inmuebles en la zona de Brickell en Miami. El 19 de marzo de 2010, invirtió en algo igual de lujoso. A través de una empresa llamada Paris 51 Properties Corp, compró una vivienda de tres habitaciones y dos baños en la prestigiosa torre 1 de ICON Brickell, con vista panorámica a la bahía de Biscayne, el océano, el centro de Miami y el río Miami, con ventanas de piso a techo. El condominio incluye una piscina olímpica con vista a la bahía, una chimenea al aire libre y un spa. La propiedad le costó 914.130 dólares.

El 21 de agosto de 2017 compró un apartamento pequeño en Brickell de una habitación y un baño, que costó 340.000 dólares a través de la empresa Mink 7 Holdings Corp.

En los registros inmobiliarios de Estados Unidos aparecen tres propiedades más de Luque y sus hijas: dos en Fort Lauderdale, y otra en Hallandale Beach, ambas poblaciones del condado de Broward, en Florida. Las propiedades fueron adquiridas mediante las empresas Boomers 1008 Corp, DVM Times Holding Corporations y Dugout 24 Inc, todas creadas en Florida para tal fin. Con estos, la suma de sus bienes asciende a 1,83 millones de dólares.

De acuerdo con registros aeronáuticos de Estados Unidos revisados por Armando.info, en 2013 Luque también compró un avión modelo Hawker 800 XP, serial 258529 y siglas N259RH, valorado en el mercado en 1,5 millones de dólares. La compra la hizo a través de una empresa que denominó Belmare Global INC y que creó en las Islas Vírgenes Británicas. El avión fue vendido el 5 de mayo de este año.

Tanto Luque como sus hijas, las hermanas Martínez Luque, fueron contactadas por correo electrónico y redes sociales para conocer el origen de sus fondos y sus vínculos con militares y altos funcionarios venezolanos, pero no se obtuvo respuesta al cierre de este reportaje.

Negocios con el Estado


La declaración jurada de origen de los fondos, filtrada entre los millones de documentos de Pandora Papers, la envió Luque como parte de los requisitos para fundar la empresa Dent Blanche Investments en 2016, en Bahamas. Esta sociedad tuvo un capital inicial de 50.000 dólares y fue eliminada del registro de Bahamas el 11 de enero de 2018 por no pagar sus tarifas. No fue posible conocer el propósito que tendría esta empresa.

Aunque no lo informa en su declaración, Luque fue contratista del Estado, según quedó asentado en el Sistema Nacional de Contrataciones, con dos empresas que compró ya constituidas en el año 2004. La primera es Proyectos DVM 3000 C. A., creada con el objeto de realizar obras de ingeniería y arquitectura. Un año antes de que Luque comprara las acciones, en 2003, esta compañía fue contratada por el Ministerio de Agricultura y Tierras para prestar servicio de instalación de ingeniería hidráulica, electricidad y gas, y a partir de entonces, prestó servicios para el Ministerio de Agricultura y Tierras al que le vendió “productos varios” y brindó varios servicios de asesoría a Seguros La Previsora.

En 2004, también compró las acciones de la Distribuidora Officetech 3652 C. A., que había sido creada un año antes, la misma que cita en su declaración jurada para abrir la empresa en Bahamas. La compañía asentó su oficina en la Torre JW Marriott de El Rosal, en el este de Caracas. De 2007 a 2011, entre sus contratos se cuentan una decena con la red estatal de Mercados de Alimentos Mercal C.A. para la adquisición de productos de oficina y papelería, el mismo servicio prestado al Instituto Nacional de Tierras, el Ministerio de Infraestructura y el Ministerio de la Defensa.

Desde la compra de acciones de estas dos empresas, que son aún contratistas del Estado y que pasaron siete años sin actualizar sus expedientes mercantiles, son muchos los negocios de bienes raíces que ha hecho la empresaria.

ArmandoInfo