Pero esto no es lo que hemos visto.
En el caso de Alex Saab…. Los venezolanos hemos presenciado cómo, con mucho sigilo y mientras Venezuela se hundía en la peor de sus crisis económicas, el presunto testaferro de Nicolás Maduro acumulaba contratos millonarios de toda clase con la bendición del presidente.
Y es que ahora que se conocen los acuerdos policiales, legales y políticos entre Estados Unidos y Cabo Verde, la verdad es que al ciudadano común le es difícil entender que así se maneja la geopolítica, como la dialéctica de imperios desde hace siglos.
Ciertamente las acciones legales entre Alex Saab por intermedio de sus abogados desde Cabo Verde y ahora en los EEUU con la Fiscalía norteamericana que lleva su caso, dejan un mal sabor de boca o un sin-sabor al ciudadano, porque le envía un mensaje y lectura que “El Crimen No Paga”, pero lo cierto es, que por muy duro y lo que cueste aceptar, las negociaciones de un delincuente con la justicia, (antes en el país africano y ahora en los Estados Unidos), da un golpe duro a la moral del venezolano.
Como psicóloga puedo decir que…
Este duro golpe a la moral trae además altas y fuertes repercusiones negativas como más exclusión dentro del imperio de la ley, más distanciamiento y abandono del continente, más segregación política, de libertad y de derechos inviolables como irrenunciables, ya que nunca se le da prioridad o la misma consideración que se aplica con aquellos que faltan a la ley, a quienes sí sufren un secuestro en el territorio nacional en todos los sentidos, sobreviviendo un genocidio, múltiples tragedias y/o crisis, infligidas por una narco tiranía criminal trasnacional, donde la ausencia y parcialidad de la justicia en Venezuela, impera a su medida sólo para los ilegítimos y usurpadores del poder, mientras que la mayoría de la ciudadanía mantienen las esperanzas en que la justicia internacional haga lo no sucederá a lo interno del país, mientras el socialismo carnívoro, y el vegano, ostenten el poder por una parte, y por la otra, ostenten la representación de una falsa pseudo oposición.
El tema de los Derechos Humanos (DDHH), es un asunto que debe revisarse, debatirse y mejorarse, presuntamente dominado progresivamente, entre la relación de la persona con el poder en todos los confines de la tierra.
Su reconocimiento y protección universal representa una revalorización ética y jurídica del ser humano como poblador del planeta más que como poblador del Estado. Los atributos de la dignidad de la persona humana, donde quiera que ella esté y por el hecho mismo de serlo, prevalecen no sólo en el plano moral sino en el legal, sobre el poder del Estado, cualquiera sea el origen de ese poder y la organización del gobierno.
Es esa la conquista y lucha histórica de estos tiempos que se tiene por delante; porque ¿Dónde están? ¿Quién defiende? Y, ¿Quién o quiénes restituyen los Derechos Humanos a 30 millones de ciudadanos venezolanos, dentro y fuera del territorio nacional, por encima de criminales, delincuentes, corruptos, estafadores y vende patria a los mejores postores?
Lo sucedido el día lunes 01 de noviembre del año en curso con el caso de Alex Saab, traerá como precedente inédito consecuencias no tan positivas a la justicia norteamericana, en otros casos y por ellos mismos, así se estén ajustando a derecho! Cualquier criminal o delincuente extranjero, tomará en cuenta de ahora en adelante esos atenuantes y de lo que tanto se jacta gobierno y leyes norteamericanas es el tema de la SEGURIDAD NACIONAL, cada vez más vulnerable a intereses y potencias extrajeras.
Por Johanna Montenegro
– Psicóloga, Coach de Alto Rendimiento Deportivo, Repúblico,
Coordinador de Repúblicos Venezuela y ciudadana venezolano-colombiana
(Escritor Invitado)
Twitter: @jomontenegro73
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