Argentina celebra este domingo unas elecciones legislativas que definirán con qué Congreso tendrá que lidiar el Frente de Todos del presidente, Alberto Fernández, durante la segunda mitad de su mandato, unos comicios que llegan después del batacazo electoral del oficialismo en las primarias PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) de septiembre.
Están en juego 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados, la cámara Baja del Congreso, y 24 asientos del Senado por las provincias de Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán.
De las primarias de septiembre salieron los candidatos que se verán las caras en las urnas este domingo, una jornada negra para el Frente de Todos, que sólo convenció al 29,5 por ciento del electorado. El opositor Juntos por el Cambio obtuvo el 40,6 por ciento de los sufragios.
Los resultados de las primarias anticiparon que el Frente de Todos obtendría su golpe más duro con la pérdida de la mayoría absoluta en el Senado, algo que también dificultaría el resto del mandato de Fernández y de su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Hay dos provincias clave para el ‘kirchnerismo’: La Pampa y Chubut. En caso de revertir los resultados de las PASO, Fernández de Kirchner mantendrá una mayoría absoluta propia y el quórum –37 escaños– en la Cámara Alta. Así, según destaca el diario argentino ‘Ámbito’, esta situación permitirá sostener iniciativas como la reforma judicial o las modificaciones en el Ministerio Público Fiscal.
En caso de presentarse el peor panorama para el Frente de Todos, ante una eventual pérdida de cinco legisladores para el recambio del 10 de diciembre, el oficialismo tendría que decir adiós a la mayoría absoluta propia en cuestión.
En cuanto a la Cámara de Diputados, el Frente de Todos comandado por Máximo Kirchner y el titular de la cámara, Sergio Massa, tiene la mayoría –120 asientos– y ha contado con el apoyo de Unidad Federal para el Desarrollo –seis escaños–.
Según el citado medio, ante un escenario de paridad de escaños o algunos más o menos a favor del oficialismo o la oposición, Unidad Federal tendrá menos peso, pero continuará teniendo poder para inclinar la balanza en ciertos aspectos, como el quórum de 129 escaños para iniciar las sesiones.
LAS ELECCIONES, EN EL PEOR MOMENTO
Por otra parte, horas antes de que los votantes acudan a las urnas, hay ciertos indicadores económicos que afectan a la imagen del oficialismo. El dólar ‘blue’ –eufemismo utilizado en Argentina para referirse al dólar estadounidense comprado ilegalmente– se encuentra a máximos históricos –el viernes se vendía a 204 dólares–, el riesgo país registra su valor más alto en 14 meses y la inflación no para de subir.
«No hay un solo indicador que dé bien en este momento», ha declarado el director de la asesoría C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, al diario argentino ‘La Nación’. A su juicio, la estrategia de querer mejorar sus oportunidades expandiéndose fiscalmente a partir de las PASO, el Gobierno ha «agravado el problema». «Se ha deteriorado muchísimo la situación de los últimos dos meses desde las PASO», ha agregado.
Los partidos cerraron la campaña electoral el jueves con actos en la provincia de Buenas Aires, una campaña que ha estado plagada de acusaciones cruzadas, destaca ‘Clarín’. Fue precisamente Fernández el encargado de encabezar el acto del cierre de Frente de Todos en un evento en el Parque Néstor Kirchner de la localidad de Merlo.
Desde la derrota en las primarias, Fernández se ha involucrado especialmente en la campaña, con numerosos encuentros con ciudadanos en la provincia bonaerense, el principal distrito electoral del país. Fernández de Kirchner también acudió, después de que no se hayan presentado complicaciones en el postoperatorio de la histerectomía programada a la que se ha sometido recientemente.
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