El desprecio que profesan las tiranías por el conocimiento, el pensamiento crítico, la verdad y el individuo, han quedado plasmados en los hechos históricos. Claro está, que este desprecio se da por lo que representa el pensar por sí mismo y no ser un borrego más que obedece sin ton ni son.
El 10 de mayo de 1933, se llevaba a cabo la quema de libros en la Alemania Nacional Socialista por parte de profesores, estudiantes y miembros del partido Nazi, por considerar estos libros como “peligrosos”. En la Unión Soviética se llevó a cabo la “Gran Enciclopedia Soviética” que se definía a sí misma como “un órgano del estado socialista, y su propósito es evitar que los secretos militares y estatales aparezcan impresos, y evitar la publicación de materiales sujetos a dañar los intereses del pueblo trabajador”.
Lamentablemente, como estos ejemplos, abundan en la historia. Sin embargo, existe un hecho histórico que vengó todos aquellos actos de fanatismo, ignorancia y oscurantismo. Fue el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, España, donde Miguel de Unamuno en plena ceremonia recibe un grito por parte del general franquista José Millán-Astray, que decía “¡Muera la inteligencia! y ¡Viva la muerte!”. A lo que Unamuno, en solemne respuesta dice: “Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho.”
Con esta respuesta, Unamuno nos hizo saber que teníamos un arma tremenda: el conocimiento, la búsqueda de la verdad que no es otra cosa para los griegos que el “recordar”. Así pues, que, Estamos armados, con libros, con pensamiento crítico, con ideas propias, con la historia, los datos y los hechos, por más que se busque a través de la fuerza bruta desfigurar la verdad a antojo y capricho, nunca lo lograran.
Por más que infrinjan dolor, persecución, miedo o hasta la muerte, deben saber y ahí su miedo, que nuestras armas, las ideas, son alas blindadas prueba de balas como reza la canción. Hoy más que nunca, el compromiso con la verdad, el pensamiento crítico, la libertad de expresión y los datos debe ser un estandarte que mueva a todos aquellos que creen y luchan por la vida, la libertad y la propiedad. Y no lo olviden, no estamos solos, somos muchos y estamos armados.
Por Aldo de Vivo
Politólogo, activista y miembro de Rumbo Libertad
Twitter: @AldoDeVivo
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