Después de la estocada que significaron las elecciones del 21N en Venezuela, no hay duda de que la salida a la crisis que vive el país, es militar. Un quiebre del régimen desde adentro. Lo hemos dicho: un alzamiento que, desde las mismas entrañas del monstruo, lo haga resquebrajarse y comenzar por fin su agonía.
Esperar esto quizá pueda parecer una ilusión. Pero no lo es. ¿Por qué? Porque existe un liderazgo fuerte y respetado en la Guardia Nacional que le puede dar un verdadero carajazo a la dictadura.
Se trata del coronel José de Jesús Gámez Bustamante, quien fue lugarteniente de Baduel, y a quien el régimen tiene preso desde hace nueve años, violando sus derechos humanos, privándolo de médicos especialistas que puedan garantizar su salud. En otras palabras, es un condenado a muerte por el mismísimo Nicolás Maduro.
¿Quién es José de Jesús Gámez Bustamante?
Este coronel fue compañero de promoción y amigo del general en jefe Raúl Isaías Baduel. Está preso desde el año 2012, acusado, primero de estar involucrado en el supuesto intento de magnicidio contra Chávez; y, luego, señalado públicamente por Maduro en 2015 por la supuesta planificación de saqueos para desestabilizar el país. Por ello, incluso su esposa Carmen Alicia Gutiérrez Acevedo, fue apresada también.
Ella, una mujer proveniente de Rubio del estado Táchira, fue puesta en libertad en 2018, según cuenta Sebastiana Bárraez en su interesante trabajo acerca de “La cruda carta de un coronel encarcelado a Nicolás Maduro”.
Sin embargo, el coronel José de Jesús Gámez siguió preso, sin juicio, y movido de lugar sin explicación alguna; desde el Helicoide a Ramo Verde; y posteriormente, a la cárcel 26 de Julio, ubicada en San Juan de Los Morros en el estado Guárico, lejos de su familia.
Allí decidió enterrarlo Maduro, en una cárcel que sigue el modelo cubano. Paredes de concreto, sin ventanas, y donde no hay respeto por los derechos humanos de los presos. Así que al coronel ni siquiera se le garantiza el derecho a la vida.
Un líder militar tratado como un perro callejero
Seguro estoy de que la Guardia Nacional resiente las condiciones paupérrimas en las que está su líder militar. Por eso, hoy más que nunca, cuando terminó la estafa electorera que ratifica a los hampones en el poder, hay que exigir que se respete el derecho a la vida de este coronel, quien se ha caracterizado por su liderazgo y su entereza.
Él está seguro de que no morirá en la cárcel, porque aun después de nueve años de encierro inhumano, está convencido de que todavía existe en Venezuela espíritu libertario. Nosotros lo acompañamos en su convicción, y apelamos a ese espíritu que sabemos sigue presente en algunos militares venezolanos.
Por Alberto Franceschi
Político venezolano, líder del Movimiento Político Repúblicos.
Columnista de varios periódicos digitales.
Activista en múltiples redes sociales (Twitter, Facebook, Periscope, Radios,Z ello y YouTube) desde su exilio en Estados Unidos.
Partidario de Vox, partido conservador español con el cual mantiene contacto a través de algunos de sus dirigentes.
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