Durante el mes de noviembre, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, endureció su política de privatización, y lo hizo con cuatro puertos en cuatro estados distintos.
El pasado 19 de noviembre se privatizaron terminales en el Puerto de Santos en São Paulo, el puerto más grande de Brasil y Latinoamérica, y el Puerto de Imbituba, en Santa Catarina. Se trata de las áreas STS08 y STS08A y la IMB 05.
Estas privatizaciones generaron inversiones por 700 millones de reales, donaciones por casi 560 millones y ya generaron 33 mil puestos de trabajo.
Por si fuera poco, el Ministro de Infraestructura, Tarcísio Gomes de Freitas, logró agilizar el transporte de combustible y fertilizantes, que impedían una mayor producción en el país debido a las trabas burocráticas de los puertos estatales.
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