El parón desde el pasado lunes en la actividad del volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, dio hoy pie a las autoridades de la isla a confiar en que se esté «pasando del fin de la emergencia al principio de la reconstrucción».
Así lo señaló el portavoz del Gobierno canario, Julio Pérez, en un día en el que la calidad del aire en la isla es buena y la actividad del volcán sigue detenida, aunque con suficiente energía para mantener puntos de calor.
Los responsables del Plan de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) señalaron este viernes que se mantienen los indicios de que la erupción volcánica en Cumbre Vieja ha terminado.
Por su parte la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, consideró que esta afirmación es compatible con el plazo para dar por finalizada la erupción que piden los científicos, al que le restan ocho días aún, y ratificó que «ahora mismo no hay actividad volcánica. La erupción está detenida».
SE MANTIENEN LA SEÑALES DE AGOTAMIENTO
De hecho, continúan las señales de agotamiento del proceso eruptivo, la emisión de gases volcánicos es puntual y esporádica, el tremor está a nivel de ruido de fondo y la sismicidad sigue en los mismos valores que ayer.
Incluso la calidad del aire en cuanto al dióxido de azufre está en niveles buenos y en los Llanos de Aridane, que tuvo un problema de concentración de partículas inferiores a 10 micras, se pasó de una calificación de «extremadamente desfavorable» a «desfavorable».
Julio Pérez se congratuló de que el complejo mecanismo de la reconstrucción va poniéndose en marcha cada vez a mayor velocidad y precisó que, aunque son varios días con buenas noticias, ello no significa que se modifique el dispositivo de seguridad, que continuará «en los mismos términos, con el mismo número de efectivos y la misma intensidad».
La situación legal sigue siendo de emergencia volcánica con semáforo rojo con las limitaciones que ello conlleva que, previsiblemente en una fecha ya cercana, se irán reduciendo, indicó Pérez.
En estos casi 90 días de emergencia «hemos sido capaces de establecer una organización compleja y, si mantenemos este liderazgo colectivo en la reconstrucción, se logrará que La Palma se recupere de esta herida», manifestó el portavoz del Gobierno canario.
JOSÉ ANDRÉS APOYA A LOS PRODUCTORES DE LA PALMA
Por su parte, el cocinero español José Andrés, a través de la ONG World Central Kitchen (WCK), apoyó una iniciativa, «Mi nombre en La Palma», para ayudar a los productores afectados por el volcán de la isla que facilita la compra de sus alimentos y así ayudar a su recuperación.
Afincado en Estados Unidos, premio Princesa de Asturias a la Concordia por su trabajo de alimentación en zonas en crisis, el chef prefirió favorecer la venta de productos palmeros que funcionen como ayuda directa en vez de donaciones económicas, para generar negocio para las empresas de la isla canaria de La Palma que vieron parado su trabajo por la erupción volcánica.
José Andrés explicó en un vídeo que «invertir en productos de La Palma es invertir en La Palma, es invertir en su gente» y que «los productores de esta isla se han unido para demostrar que van a seguir esforzándose en dar lo mejor de ellos».
Tanto él como voluntarios de WCK se trasladaron en septiembre a la isla, pocos días después del comienzo de la actividad volcánica, para ofrecer comidas diarias a damnificados y trabajadores de distintos ámbitos en torno al Cumbre Vieja; desde entonces se están sirviendo más de 1.400 platos diarios en más de 25 puntos diferentes repartidos por la isla.
EFE
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