Decenas de demócratas denuncian afiliación inconsulta al Partido Republicano

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Al principio, Nelia Estévez no creía que su registro de votación pudiera haber sido cambiado sin ella saberlo para reflejar un nuevo partido político. Para esta inmigrante cubana de 69 años, el voto es sagrado y estaba segura de su afiliación política, según le dijo a una reportera del Miami Herald que la visitó.

“He sido demócrata desde el día en que me hice ciudadana”, dijo Estévez mientras rebuscaba la correspondencia que había recibido del departamento de elecciones. Tenía cada carta cuidadosamente etiquetada por año y guardada en una caja plástica. Sacó una tarjeta de votación tras otra mostrando lo mismo –Demócrata– hasta que encontró la tarjeta más reciente, y ahí estaba: “Partido Republicano de la Florida”.

“¡Me lo cambiaron!”, dijo. “¿Quién haría esto?”

Los registros del departamento electoral de Miami-Dade tenían la respuesta: habían sido las personas que trabajaron registrando electores para el Partido Republicano de la Florida. Ellos presentaron el formulario que cambió a Estévez de demócrata a republicana el 22 de diciembre de 2021. Luego, los representantes del partido republicano entregaron una segunda planilla, marcándola nuevamente como republicana, según los registros del departamento.

Estévez ni siquiera recuerda haber hablado con ellos.

En total, 22 electores de Vernon Ashley Plaza, el complejo de viviendas públicas en Hialeah donde vive Estévez, dijeron a reporteros del Herald que su afiliación política también había sido cambiada sin su conocimiento o consentimiento. Según muestran los registros, todos ellos se convirtieron en republicanos y todos sus documentos fueron presentados a la comisión electoral del condado por el Partido Republicano.

Según descubrió una investigación del Miami Herald y el Nuevo Herald, ese mismo patrón se repitió en complejos de viviendas de bajos ingresos en Hialeah y La Pequeña Habana. Un equipo de reporteros visitó ocho de los 10 lugares donde los datos de registro de votantes mostraron un número inusualmente alto de electores que cambiaron de un partido a otro el año pasado. Los periodistas tocaron todas las puertas en las que la afiliación política de alguien había cambiado.

Cuatro de cada cinco votantes que hablaron con el Herald –141 en total– dijeron que su afiliación política había sido cambiada sin su conocimiento. En todos los casos, excepto en seis, los registros muestran que habían sido inscritos recientemente como republicanos por representantes del Partido Republicano de la Florida. (Los otros cuatro se habían mudado hacía poco tiempo y sus formularios de inscripción para votar fueron enviados a través del Departamento de Vehículos Motorizados. Los dos restantes fueron registrados como republicanos, pero por representantes del Partido Demócrata, según los datos).

Los reporteros del Herald visitaron el departamento de elecciones y revisaron el historial de registro de cada votante para determinar cuándo y por cuál organización autorizada para registrar electores se hicieron los cambios de afiliación política.

Solo 16 personas dijeron al Herald que tuvieron la intención de cambiar su registro electoral el año pasado. Todos ellos se cambiaron a republicanos. Otros once no dieron respuestas claras.

Al igual que Estévez, muchos de los electores que hablaron con el Herald no se dieron cuenta de que se había realizado un cambio en su afiliación política hasta que fueron visitados por los reporteros. En general, muchas eran personas mayores; el promedio de edad fue de 75 años. A menudo eran inmigrantes naturalizados o de primera generación procedentes de Cuba, Colombia, la República Dominicana u otras partes de Latinoamérica.

Muchos describieron haber sido engañados por los trabajadores de campaña que decían que les ayudarían a obtener una nueva tarjeta de identificación de votante, actualizar sus domicilios o verificar sus firmas. (Obtener una nueva tarjeta de elector o actualizar los domicilios solo es necesario si un votante se ha mudado recientemente, y puede hacerse por internet, a través del DMV cuando se actualiza la tarjeta de identificación).

Algunos no recuerdan haber tenido conversaciones sobre sus registros en absoluto, aunque los expedientes muestran que sus formularios fueron presentados por promotores de campaña del Partido Republicano. Estas personas a menudo visitaron al mismo votante más de una vez y entregaron varias planillas indicando afiliación con el partido republicano.

Según el Estatuto 104.011 del Estado de la Florida, presentar deliberadamente información falsa para el registro de votantes es un delito de tercer grado, castigado con hasta cinco años de prisión y multas de hasta $5,000.

Muchos electores entrevistados por el Herald también han dado sus declaraciones juradas a investigadores de la oficina de la Fiscalía de Miami-Dade como parte de su investigación para descubrir si hubo fraude de registro de votantes.

En respuesta a los hallazgos del Herald, Helen Aguirre Ferré, directora ejecutiva del Partido Republicano de la Florida, dijo en un correo electrónico que el partido “cumple todas las leyes aplicables relacionadas con el registro de votantes” y que su protocolo es “revisar cada preocupación con nuestros proveedores [de registro de votantes] con prontitud”.

Añadió: “Seamos sinceros, es sospechoso que estos reportes hayan surgido inmediatamente después de que los republicanos de la Florida superaran a los demócratas en el registro de votantes en cifras récord”.

Aguirre declinó hablar con las reporteras. Ferré tiene razón en que los republicanos recientemente superaron a los demócratas en miembros del partido en todo el estado. Al 31 de enero, había casi 67,500 más republicanos que demócratas registrados.

John McKager “Mac” Stipanovich, ex estratega republicano de Florida y jefe de personal del gobernador republicano Bob Martínez, quien desde entonces dejó el partido, dijo que la investigación del Herald, que desarrolla reportaje de WPLG Local 10 News, sugiere que podría haber habido un esfuerzo organizado para reforzar la idea de que los votantes hispanos del sur de Florida estaban huyendo del Partido Demócrata.

El Nuevo Herald