Perspectiva liberal del salario mínimo
El pasado 3 de marzo, el régimen socialista venezolano aumentó el salario mínimo un 1700%, una cifra que causa horror a quien tiene un mínimo de conocimiento en economía, pues es un indicativo del deterioro económico del país.
El problema con el salario mínimo de Venezuela es de fácil explicación, solo hay que tener conocimiento básico para poder entenderlo. Lo primero que hay que saber es ¿Qué es y cómo funciona el salario mínimo? Y ¿Qué es la emisión monetaria?
¿Qué es y cómo funciona el salario mínimo?
El salario mínimo es un control de precios que impone el Estado a la venta de tiempo de trabajo del empleado, es decir, le impone cuánto cobrar por hora de trabajo al empleado y cuánto pagar al empleador, violando el principio de libre contratación, o sea, la libertad de acuerdo entre empleado y comerciante sobre los montos a cobrar y pagar por el trabajo.
Además de violar la libre contratación, el salario mínimo termina siendo una barrera para los individuos, pues toda persona que quiera ofrecer trabajar menos por menos salario y su empleador lo acepte, no podrá, pues la orden del Estado impone tan bien las horas mínimas de trabajo, con lo cual, quién no pueda cumplirlas, queda por fuera del mercado laboral, queda sin empleo y obviamente, sin dinero para sobrevivir. Con esto último, el salario mínimo, también causa desempleo, porque ya vimos que quien no pueda cumplir el mínimo de horas impuestas por el Estado, no podrá ser contratado y, además, se creará un mercado negro laboral, con precios mucho menores de lo que se pueda ofrecer con una libre contratación.
¿Qué es la emisión monetaria?
Ya explicado qué es y cómo funciona realmente el salario mínimo, debemos entender ahora la emisión monetaria. La emisión monetaria se llama cuando el Estado, a través del Banco Central, imprime dinero inorgánico (no tiene respaldo en bienes y servicios, es dinero artificial). La causa directa de la impresión de billetes inorgánicos es la inflación, de hecho, la inflación es exclusivamente un fenómeno monetario, es decir, solo se produce cuando hay emisión monetaria, ya que aumenta los billetes por productos que se ofrecen en el mercado, lo que causa un aumento de precio.
Ejemplo: tenemos en una economía 10 productos y 10 billetes, además de un precio de 1 billete por 1 producto. Pero el Banco Central imprime 20 billetes más, teniendo un total de 30 billetes, ahora bien, esa cantidad total de billetes (30 billetes) tendrá que distribuirse entre la misma cantidad de productos, con lo cual, 30 billetes/ 10 productos, tocará 3 billetes por producto, aumentando el costo de ellos y generando la famosa inflación.
Pero ¿Por qué el Estado imprime billetes? El Estado comienza a imprimir billetes cuando ofrece más de lo que puede dar, cuando ofrece bonos, becas, cuando aumenta su tamaño y contrata más funcionarios, cuando aplica medidas populistas como el subsidio se algunos bienes y servicios, etc.
¿Qué pasa en Venezuela?
Ya entendido el tema, podemos ver qué Venezuela ha llevado una política socialista (subsidio y populismo), que ha multiplicado el tamaño del Estado de 16 (1998) a 33 (2022) ministerios, y cuenta con más de 50 “misiones” y “grandes misiones” para cumplir su política populista de “redistribución de la riqueza “, y todo ese gasto que hace el Estado se llama gasto público.
Para poder costear ese gasto público, el régimen tuvo que imprimir muchísimo dinero (emisión monetaria) causando una inflación de 1.299.000%, que obviamente se traga por completo cualquier salario en moneda local (el Bolívar).
El problema entonces no es aumentar o no el salario, el problema es que mientras siga un Estado con alto gasto público, “regalando” a la gente cosas, subsidiando los bienes y servicios básicos y no tan básicos y que además no tienen (agua, luz, educación, internet, etc), seguirá sin valer el dinero en Venezuela, no importa cuánto aumenten el salario.
¿Cómo es el aumento de salario en otros países con respecto a Venezuela?
En Venezuela, durante 23 años de tirania socialista, han hecho 73 aumentos salariales, es decir, 3.17 aumentos por año y tiene una inflación oficial del régimen del último año de 686.4%.
En Argentina, país de corte socialista y seguidor del modelo venezolano, los datos son parecidos, pues han aumentado 55 veces su salario mínimo en 20 años, correspondiendo a 2.75 aumentos por año.
En Chile y Perú, la cosa cambia, pues Chile en 23 años, solo ha aumentado 28 veces su salario, siendo 1.2 aumentos por año y con un inflación el último año de 7.2% (la más alta en 14 años gracias a la desconfianza en el mercado creada por el proceso de constituyente impulsado por los socialistas).
El Perú, en 22 años, solo ha aumentado el salario 11 veces, es decir 0.5 aumentos por año y tiene 6.4% de inflación (la más alta en 13 años, gracias a los gobiernos de izquierda de Martin Vizcarra y Pedro Castillo).
¿Cuál es la solución?
Si queremos tener salarios dignos hay que:
1) Salir del régimen socialista y sus colaboradores (la MUD -G4)
2) Reducir el tamaño del Estado para bajar el gasto público y dejar la emisión monetaria. Este será el paso más fuerte a dar para los venezolanos, porque los han acostumbrado al Estatismo. Reducir el gasto público implica despidos masivos del sector público, reducción de ministerios, eliminación de la mayoría de misiones y becas, eliminación del subsidio a bienes y servicios, etc.
3) Eliminar el salario mínimo y permitir la libertad de contratación, es decir, que el empleado y empleador lleguen a un acuerdo voluntario de cobro.
Muchos podrán decir que si se elimina el salario mínimo, las empresas van apagarle miseria a los trabajadores, sin embargo, la experiencia económica demuestra lo contrario y hoy Venezuela se suma a ello, pues la mayoría de comerciantes están pagando mucho más del salario mínimo que impone el Estado, ya que un empleado pobre, famelico y con poca salud, no le conviene a ninguna empresa, todo lo contrario, en libre mercado, mientras mejor y más motivado este el empleado, mucho mejor será para la empresa.
En definitiva, para lograr un salario digno para los venezolanos, debemos hacer todo lo contrario a lo que se ha venido haciendo. La mejor forma de tener un salario que nos permita, no solo vivir dignamente, sino también ahorrar y salir de la pobreza, es a través del libre mercado.
La consigna para el futuro no es pedir mejores salarios, sino mayor libertad económica, con ella vendrá solo el bienestar.
Por Aldo de Vivo
Politólogo, activista y miembro de Rumbo Libertad Twitter: @AldoDeVivo
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