Tras el anuncio de un posible veto por parte del presidente croata y con la sempiterna amenaza de Rusia.
Las posiciones van quedando claras a medidas que se acerca la fecha clave. Suecia y Finlandia siguen dando pasos en su camino a un posible ingreso en la OTAN y en él podrán contar con el apoyo de sus ‘vecinos’ escandinavos.
Tanto Dinamarca como Noruega e Islandia, todos miembros de la alianza atlántica, han manifestado su respaldo a ambos ejecutivos en una cumbre en la que también ha participado India, como recoge Europa Press.
No son las únicas voces que, desde dentro de la OTAN, apoyarían la entrada de Suecia y Finlandia. Recientemente, Alemania se ha manifestado a favor, porque, como apuntó su canciller Olaf Scholz, “nadie debe dar por hecho que Rusia no vaya a atacar a otros países”. Y la propia dirección de la organización ha dejado caer su simpatía ante el posible aumento de los 30 estados miembros.
Sin embargo, entre los actuales ya ha surgido una voz disonante. La de Croacia o, mejor dicho, la del presidente de Croacia, Zoran Milanovic, que ayer martes sorprendió con la amenaza de vetar los dos ingresos de no reformarse el sistema electoral en Bosnia y Herzegovina en beneficio de la población croata. Lo más llamativo de esta negativa es que es una postura radicalmente contraria a la del primer ministro de la nación, Andrej Plenkovic que sí está a favor de la ampliación de la alianza.
“Nadie les puede presionar”
“Esta es vuestra decisión y solo vuestra decisión. Pero estad seguros de que si decidís uniros, tendréis el apoyo total de Dinamarca”, ha señalado la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en unos comentarios que han resumido el sentir general del resto de los participantes en la reunión.
“Haremos todo lo posible para asegurar un proceso fluido y rápido”, ha señalado, por su parte, el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Store, que ha subrayado que “nadie puede presionar a estos países o negarles cualquier derecho”.
La decisión de Finlandia y Suecia se espera cercana, especialmente en el caso de Helsinki, que ya advertía de que sería “cuestión de semanas”, un anunció que obligó a acelerar el proceso de consultas internas en el vecino sueco. Ambos ya colaboran con la OTAN en cuestiones aisladas, pero su entrada formal supondría un cambio radical en la geopolítica del norte de Europa.
Rusia ya advirtió, nada más comenzar la guerra en Ucrania, de que habría “consecuencias militares y políticas” para los dos estados. A esto se han sumado varias violaciones del espacio aéreo en fechas recientes por parte de Moscú. La advertencia resuena especialmente en Finlandia, que comparte 1.300 kilómetros de fronteras con Rusia y que este mismo miércoles ha vuelto a detallar nuevas incursiones en territorio soberano finlandés, entre las localidades de Kesälahti y Parikkala, por lo que la Guardia Fronteriza ya ha abierto una investigación.
El papel de la OTAN
Tanto Finlandia como Suecia se coordinan con la OTAN de forma rutinaria y participan en algunos ejercicios conjuntos. Rusia, por su parte, se ha opuesto a la posible unión de ambos países a la Alianza.
Aunque no está claro cómo de rápido sería el proceso, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha trasladado que ambos recibirán una reacción positiva si deciden comenzar el proceso. La entidad supranacional podría reducir a dos semanas la invitación formal a ambos países si presentasen una solicitud de ingreso, que luego debería ser aprobada por todos los Estados miembros, según publicó hoy el tabloide noruego VG tras citar fuentes diplomáticas.