Bélgica vuelve casi al completo a la «vieja normalidad» con el anuncio del abandono de casi todas las restricciones contra la pandemia de coronavirus que seguían vigentes, que iniciará el próximo lunes con el retiro del uso de tapaboca obligatorio en el transporte público como símbolo del cambio de fase.
Las autoridades federales y regionales, reunidas este viernes para abordar la situación del Covid-19, también han suprimido los protocolos de viaje aplicados como consecuencia de la pandemia, como la obligación de rellenar un formulario de localización o presentar un certificado de vacunación, cuarentenas y test de entrada.
En un comunicado difundido tras el encuentro, también se anuncia que Bélgica desactiva el código de colores que decidía los protocolos a seguir en función de la mayor o menor incidencia de la pandemia, aunque todas estas medidas podrán reactivarse si la situación vuelve a descontrolarse.
Pese a todo, quedan algunos resquicios de normas desconocidas antes de la irrupción de la covid en marzo de 2020, como la obligatoriedad de emplear mascarilla en hospitales, farmacias y ambulatorios, aunque no en consultas de fisioterapeutas, dentistas o psicólogos, donde sólo será recomendada.
Y aunque se retira el uso obligatorio de mascarilla en los transportes públicos, norma que en las últimas semanas se contemplaba con bastante flexibilidad, se mantiene la recomendación de llevarla tanto en los trayectos como en los «lugares estrechos donde no se pueda garantizar la distancia de 1,5 metros», así como en trabajos de contacto cercano con el público.
Las autoridades belgas aconsejan, además, que las «personas vulnerables» sigan utilizando mascarillas del tipo FFP2.
VACUNACIÓN
Las autoridades federales y regionales también acordaron lanzar una nueva campaña de vacunación para inmunizar a la población de cara al próximo otoño y ante la posible aparición de nuevas variantes distintas a la ómicron BA.2, relativamente poco agresiva, que actualmente domina el 98 % de los positivos en Bélgica.
Las «cuartas dosis» o dosis de refuerzo, por ahora prescritas sólo a ciertos perfiles inmunodeprimidos, se empezarán a proponer en las residencias de ancianos el próximo mes de junio y se irán ampliado los grupos de edad progresivamente, con un calendario aún por definir.
Actualmente, el 80 % de los residentes en Bélgica han recibido al menos una dosis de alguna vacuna contra la covid y el 62 % un pinchazo de refuerzo.
Bélgica registra una incidencia acumulada de 482 nuevos contagios de Sars-CoV-2 sobre 100.000 habitantes en los últimos 14 días, si bien las políticas de testeo y rastreo vigentes son menos exhaustivas que hace unos meses.
Las infecciones de coronavirus han descendido un 19 % en la última semana, los ingresos hospitalarios un 25 % y los decesos por covid han caído un 22 %, hasta los 22 fallecidos diarios de media.
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