Argentina – Reemplazo de Feletti: entre las acusaciones por los fracasos y la responsabilidad puesta en Guzmán

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Interna del Frente de Todos

  • El ministro de Economía queda como único responsable de la política antiinflacionaria. En el albertismo apuntan que los precios no dejaron de subir bajo la gestión del contador cristinista.
Guzmán y Feletti, la semana pasada.
Guzmán y Feletti, la semana pasada. Ministerio de Economía

La dimisión del contador cristinista Roberto Feletti al cargo de secretario de Comercio Interior, que había asumido siete meses antes, y su reemplazo por el economista guzmanista Guillermo Hang ha despertado todo tipo de interpretaciones dentro de la interna del Frente de Todos. “Por la carta de renuncia de Feletti está claro que no iba a quedarse bajo la égida de (Martín) Guzmán, que había pedido su secretaría para controlar el proceso inflacionario y quería tener una línea propia -analiza un alto funcionario crítico tanto de Alberto Fernández como de Cristina Fernández de Kirchner-. Me parece que la carta es prudente, pero es un mensaje del kirchnerismo: ‘Guzmán, hacete cargo, de la inflación ocupate vos solito’. El reemplazo es tolerable para los K porque Hang tiene varias publicaciones en el Cefid-AR”, el Centro Económico y Financiero para el Desarrollo de Argentina, un think tank de la banca pública que se había creado en el gobierno kirchnerista (2003-2015).

En las filas del Presidente, en cambio, lo interpretan de otro modo, como el fracaso del funcionario saliente: “Feletti no estaba de acuerdo con el cambio de organigrama (el paso de la secretaría del Ministerio de Desarrollo Productivo, donde con Matías Kulfas tenía libertad de acción, al de Economía, bajo la órbita de Guzmán) y se fue. No creo que sea un mensaje de ‘hacete cargo’. No está renunciando un hombre exitoso: desde octubre hasta acá la inflación sólo subió”. En las huestes de la vicepresidenta sostienen que “Feletti quería renunciar desde hace dos meses porque, ante el shock internacional de la guerra de Ucrania, el Gobierno no le aceptaba subir las retenciones ni poner cupos de exportación, pero no podía renunciar por la presión política. Ahora, con el cambio de ministerio, encontró la excusa justa. Se viene otra mirada completamente distinta: Guzmán no cree en regulaciones ni en la tensión con los formadores de precios”. Es decir, Hang, graduado en la Universidad de La Plata, como el ministro, y hasta ahora director del Banco Central, no será tan digerible para los cristinistas como sospechan en el gobierno de Fernández.

La economista cristinista Fernanda Vallejos opinó sobre la partida de Feletti: “Lamentablemente, nunca estuvieron en sus manos las herramientas que Argentina necesita con urgencia”. “Lamento, también, que la dirigencia (Gobierno, oposición, grandes empresarios) no tenga la capacidad de asegurar la paz social a nuestro pueblo y aprovechar, al mismo tiempo, las circunstancias, con mirada estratégica, como la tuvo, le pese a quien le pese, el general Perón. Vallejos contradijo a Fernández: sostuvo que las retenciones se pueden subir por decreto, sin necesidad de una ley, y opinó que si no se las sube, deberían ponerse cupos a la exportación, como está haciendo una ”decena de países“ con el trigo ante la guerra.

Quienes trabajaron con Hang en el Gobierno lo definen como un economista “un poco más ‘progre’ que su grupo” y agregan que en La Plata “hay un predominio absoluto de gente muy neoclásica y nada heterodoxa”. “Su formación es la de todos ellos, aun cuando ha tenido un poco más de compromiso político”, añaden. Recuerdan que es amigo personal de Guzmán desde la escuela secundaria y está casado con la secretaria privada del ministro. También destacan su bonhomía.

En el empresariado celebran el recambio: “Guzmán sale muy fortalecido, empoderado, casi como un primer ministro. Alberto hace lo que Guzmán le dice”. Claro que ahora quedará como único responsable de la lucha contra la inflación el jefe del Palacio de Hacienda. Ya nadie podrá apuntarle a un funcionario cristinista, aunque las tensiones internas pueden seguir dañando la credibilidad del Gobierno y de su política para frenar la suba de precios.