Este miércoles 8 de junio, Argelia interrumpió la vigencia del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que mantenía con España desde el 8 de octubre de 2002.
Las autoridades del norte de África informaron que la suspensión tendrá efecto “inmediato” y que está vinculado al cambio de postura que el Gobierno de Pedro Sánchez realizó sobre la disputa del Sahara Occidental.
Históricamente, el país ibérico se había mantenido neutral alineado con Naciones Unidas respecto al territorio en disputa entre Argel y Marruecos. No obstante, en marzo pasado, desde Madrid se pronunciaron a favor de los planes de Rabat en la región, lo que desencadenó en la fractura en las relaciones entre Argelia y España.
La administración argelina tildó de “injustificable” la modificación de la posición respecto a la ex colonia española.
“El actual gobierno de España emprendió una campaña para justificar la posición que han adoptado por el Sahara Occidental”, manifestaron.
En un comunicado oficial, Argelia confesó estar “muy sorprendido” por el viraje de postura de España y que esta era “contraria a la legalidad internacional que le impone su condición de potencia administradora”.
Desde Argel expresan que ese movimiento es “una violación de las obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España”. Por esa razón interrumpieron el Tratado que “enmarcaba el desarrollo de las relaciones” binacionales.
El respaldo español al proyecto de autonomía de Marruecos para el Sahara Occidental, pronunciado el 18 de marzo, volteó su tradicional posición de defender los acuerdos de Naciones Unidas para celebrar un referéndum y desató el enfado argelino, quienes retiraron a su embajador del país europeo.
El Ejecutivo español cree positivo el cambio de postura
Este miércoles, el presidente Pedro Sánchez defendió el giro de España en el Sahara y remarcó los efectos positivos que tuvo en los vínculos con Marruecos. Ante el Congreso de los Diputados detalló la mejora en las relaciones que tuvo con su vecino del sur a partir de la aceptación de una autonomía como la propuesta por Rabat.
El mandatario calificó que otorgar una autonomía para resolver el conflicto es la “base más seria, creíble y realista”. Les expresó a los parlamentarios la importancia de encontrar estabilidad en la región del Sahara Occidental.
España tiene la voluntad de ser parte activa de la respuesta europea a la guerra de Putin, de abordar la buena vecindad con Marruecos y contribuir a una salida de consenso y auspiciada por la ONU para el Sáhara Occidental. No somos ni seremos espectadores de la política exterior. pic.twitter.com/KCTMhrSycf— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 8, 2022
Esta política ha traído viento de cola dentro de España, dado que todos los grupos de izquierda están en desacuerdo con la medida, inclusive sus socios de Unidas Podemos.
Sánchez subrayó la trascendencia de la declaración firmada por ambos países el abril pasado, cuando se desplazó a Marruecos para verse con el rey Mohamed VI, donde también dialogaron sobre las ciudades fronterizas de Ceuta y Melilla.
Ese encuentro encausó un vínculo bilateral que estaba en baja luego de que España atendiera al líder saharaui, Brahim Gali, gravemente afectado por un cuadro de coronavirus; y que posteriormente se desatara una zona liberada en el paso fronterizo de Ceuta y Melilla que abrió paso a miles de inmigrantes africanos.