SOLO PUEDO DECIR QUE “Los aviones negros del kirchnerismo, combinación de complicidad e incompetencia”
El escándalo de la aeronave venezolana-iraní es un nuevo capítulo de la errática política exterior del Gobierno. Se suma a otros episodios vinculados a los K como la valija de Antonini Wilson o el incidente con Estados Unidos por el secuestro de material de un avión militar.
El presidente Alberto Fernández no parece ser en materia de política exterior –¿únicamente?- un hombre afortunado. En febrero propuso a Moscú abrirle las puertas para facilitar su ingreso en América Latina. Apenas 20 días antes que Vladimir Putin desatara la invasión a Ucrania. Origen de una guerra de desenlace incierto. El viernes pasado habló ocho minutos en la Cumbre de las Américas, en Los Angeles, delante del Jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, para criticar las ausencias de Cuba, Venezuela y Nicaragua en el encuentro. Es decir, en defensa de aquellos regímenes.
No reflexionan? Nicolás Maduro le agradeció efusivamente el gesto mientras realizaba una visita de Estado a Irán. El mismo día, después de varias peripecias, un avión venezolano-iraní recaló en el aeropuerto de Ezeiza. Se inauguró así otro escándalo en la política exterior y de seguridad de la Argentina que se encuentra en pleno desarrollo.
Nadie todavía logra hoy explicar -el kirchnerismo se abstiene- los motivos de aquella de audacia de Alberto en Moscú. El mundo conocía la disposición de las tropas rusas en la frontera ucraniana. Tampoco quedan claras las razones por las cuales se insiste con el alineamiento internacional con sistemas autoritarios. Podría atenderse cierta explicación geopolítica, ideológica, sin la obligación de compartirla. En aquellos dos casos, como en tantos otros, lo que siempre parece aflorar sería una combinación de incompetencia y complicidad.
Queda claro por el camino errático que el Gobierno adopta cada vez que debe enfrentar el caso de Rusia en un foro internacional. Condena a Moscú, se abstiene y hasta critica las sanciones económicas aplicadas por la Unión Europea y Washington a Putin. Algo similar se descubre con el avión de transporte comercial retenido en Ezeiza. Se ensayan en los altos niveles del poder explicaciones contradictorias e inentendibles. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, dijo en primera instancia que uno de los cinco iraníes de la tripulación era “un homónimo” de un miembro de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, cuyo brazo armado es Al-Quds. ¿Un homónimo? Mismo nombre y misma actividad. Curioso.
El flamante titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, conjeturó que los iraníes a bordo del avión (cinco) de EMTRASUR debían ser los instructores de los catorce venezolanos. “No es que usted compra un Hércules, como el que tiene la Fuerza Aérea, y sale a pilotearlo así nomás”, ilustró.
La inconsistencia explicativa de aquellos funcionarios pareció guardar alguna relación con el modo en que escándalo del avión alcanzó a tomar estado público. Venía desde Querétaro, México, vía Caracas y debió aterrizar en el aeropuerto de Córdoba debido, por esos días, a la niebla intensa imperante en Buenos Aires. Su presencia en la provincia mediterránea llamó la atención. Un Boeing 747M-300, de porte gigantesco, no se ve por allá con frecuencia. Fue fotografiado por curiosos y subido a las redes.
Ni bien aterrizó en Ezeiza se dedujo que se trataba del mismo avión. Levantó vuelo para aprovisionarse de combustible en Uruguay. La nación vecina, por medio del ministro de Defensa, Javier Garcia Duchini, le negó la autorización porque constaba en sus informes la existencia de sanciones impuestas por Estados Unidos a EMTRASUR por repetidas irregularidades en sus vuelos. Regreso entonces a Buenos Aires donde, con antelación, se le había negado el abastecimiento requerido.
Recién en ese momento -el pasado fin de semana- sonaron las alarmas. Ocurrió, en verdad, por presentaciones que hicieron miembros de la oposición reclamando novedades. Entre ellos, el diputado Gerardo Milman, ex subsecretario de Patricia Bullrich durante la gestión en Seguridad, ahora miembro de la Comisión Bicameral de Inteligencia.
Según el legislador, se podría estar en presencia de una maniobra de inteligencia venezolana-iraní. Lo concreto es que el juez interviniente, Federico Villena, decidió retener toda la documentación de los tripulantes y desestimar un habeas corpus que había presentado el abogado Rafael Resnick Brenner. Uno de los seis condenados por el caso Ciccone, que involucró al ex vicepresidente Amado Boudou.
El escándalo ocultó además su costado judicial. El magistrado decidió actuar con rapidez quizás para evitar en torno a su figura la agitación de sospechas que posee por presunto lavado de dinero. La fiscal Cecilia Incardona tuvo otro ritmo, pero terminó solicitando la realización de 30 medidas en relación con el avión. La funcionaria no debe haber sido ajena a las presiones. Se recuerda: fue una de las que solicitó la falta de mérito para Dario Nieto, ex secretario de Mauricio Macri, en la causa sobre la supuesta red de espionaje tendida en tiempos de Juntos por el Cambio.
Alrededor del avión del escándalo se han montado infinidad de sospechas. Se trata de una máquina que entre el 13 de mayo y el 6 de junio –cuando llegó a Córdoba- estuvo cinco veces en Caracas, cuatro en Teherán (capital de Irán), dos en Ciudad del Este (Paraguay), dos en Belgrado, una en Moscú y otras dos en Querétaro. Transportó autopartes a nuestro país –verificadas por las autoridades- que no fueron reclamadas hasta ahora por nadie. Una importante automotriz desligó cualquier vinculación con el cargamento. Detalle: hasta enero la máquina perteneció a la empresa iraní Mahan Air. Acusada por Estados Unidos de trasladar cargas militares en aviones civiles.
No se trata del primer avión sospechoso que intercala la historia política del kirchnerismo. Tampoco el primero con onda expansiva internacional. Fue famoso el episodio del 2011 cuando España retuvo un avión que había sido cargado en la Base Aérea de Morón con 900 kilos de cocaína. Piloteado por los hijos de conocidos jefes militares. Los más resonantes, en términos políticos, resultaron otros.
Aquel procedente de Caracas, en 2007, que terminó con la detención provisoria de Guido Antonini Wilson. Portador de una valija con U$S 800 mil. El ex jefe de Inteligencia de Hugo Chávez, Hugo Carvajal, recién el año pasado reconoció el envío de millones de dólares para los gobiernos de Néstor Kirchner, Evo Morales y Lula da Silva. Antonini dijo ante la Justicia de EE.UU. que el dinero se destinaba a la campaña presidencial de Cristina Fernández.
Ninguno de esos casos, hasta el presente, desató un conflicto diplomático como el que produjo entre Buenos Aires y Washington la decisión en 2011 del ex canciller, Héctor Timerman, de incautar material de un avión militar estadounidense llegado a Ezeiza para una capacitación a la Policía Federal. Fueron cuatro meses de forcejeos bilaterales, que incluyó la destrucción de una valija de claves del Pentágono. El vínculo jamás logró recomponerse entre ambas naciones durante el segundo mandato de Cristina.
Todos, está visto, fueron episodios sombríos. Extremadamente oscuros. Incapaces, de todas formas, de competir con aquel mito construido por Juan Perón desde su exilio. El célebre e imaginario avión negro, con el cual se proponía sorprender con su regreso a las dictaduras que lo mantenían proscripto en el país.
Y deseo compartir unaspalabras del Economista venezolano, Carlos Miguel Machado
Texto de Whatsapps idéntico del 14.06.2022
[8:48 a. m., 15/6/2022] Carlos Miguel Machado: Me perdonas, buenas noches!
[8:50 a. m., 15/6/2022] Carlos Miguel Machado: Pero como Venezolano, Latinoamericano me siento sumamente decepcionado y hasta burlado por estas mediocres declaraciones de alguien que no solo demuestra tener muy poco conocimiento del tema de mi país, mucho menos empatía con más de 7 millones que tuvimos que salir a otros países Karin! Es algo realmente inaudito su opacidad y te digo, como quisiera poder tener la oportunidad de expresarlo en todos lados!
[8:51 a. m., 15/6/2022] Carlos Miguel Machado: Es muy fácil justificar a Cuba por el supuesto bloqueo, justificando la represión y el abuso de el régimen hacia esas personas en mas de 60 años!
[8:52 a. m., 15/6/2022] Carlos Miguel Machado: Lo de Venezuela es realmente una cachetada de este Sr. te confieso, a nuestro esfuerzo como comunidad que busca la libertad!
[8:58 a. m., 15/6/2022] Carlos Miguel Machado: En la misma entrevista se descubre llamando “Presidenta” A su verdadera jefa, Cristina! Es un impresentable de verdad!!! Y cada punto que señala es muy fácil rebatirlo con datos y además con la experiencia vivida, no con cuentos!
Gentileza JAIME ROSENBERG de LA NACION
En medio de la polémica, Alberto Fernández criticó a Carlos Rosenkrantz pero evitó hablar del avión varado en Ezeiza
El Presidente centró su discurso desde la Casa Rosada en el anuncio para mejorar la capacitación de las Fuerzas Federales; cuestionó al vicepresidente de la Corte por una frase que el magistrado había pronunciado en Chile
Jaime Rosemberg
El presidente Alberto Fernández encabezó hoy un acto en la Casa Rosada, donde se firmó un convenio para fortalecer el sistema de formación, especialización y capacitación de las fuerzas policiales. Y pese a que tomó la palabra en la última parte del encuentro, no hizo ninguna referencia al avión varado en Ezeiza cuya tripulación, venezolana e iraní, es investigada en medio de una polémica.
Una hora después de lo previsto, el Presidente encabezó anuncios sobre planes educativos para las fuerzas de seguridad en Casa Rosada. En sus seis minutos de discurso, el Presidente volvió a evitar dar alguna opinión sobre el escándalo desatado la semana pasada por la llegada de una avión de bandera venezolana, que según distintas agencias perteneció a las Fuerzas Quds, sindicada por Estados Unidos como organización terrorista iraní.
Que el Presidente no hable del tema no significa, según altas fuentes del Gobierno, que no siga el asunto. “Está preocupado y lo sigue todos los días, varias veces por día lo tienen al tanto de las novedades que van surgiendo”, comentó un ministro que conversa con el primer mandatario sobre el escándalo, que tiene como coletazo permanente la presencia de 14 venezolanos y cinco iraníes con sus pasaportes retenidos, en un hotel de Canning, provincia de Buenos Aires.
Desde el Gobierno surgieron versiones contradictorias sobre cuando el Presidente se enteró del tema. Según publicó LA NACION, el Presidente se enteró de la existencia del avión el último viernes, antes del almuerzo que compartió con el resto de los presidentes en el cierre de la Cumbre de las Américas. Otras versiones, más recientes, dan cuenta de que el primer mandatario tomó conocimiento del tema el lunes 6 pasado, cuando el avión ya estaba en Ezeiza y distintas agencias habían alertado sobre la presencia, sobre todo, de los cinco iraníes en la delegación del avión que trajo autopartes al país, proveniente en principio de México y con escala obligada en Córdoba debido a la niebla.
Con la atención diaria del Presidente, y distintos ministerios monitoreando el devenir judicial del entuerto, el Gobierno espera la resolución del juez federal Federico Villena sobre los pasaportes de los 19 tripulantes, que-especificaron en el Gobierno-no están detenidos aunque si tienen retenidos sus pasaportes.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, desmintió hoy antes del mismo acto al que fue el Presidente que su par de Paraguay le haya advertido hace un mes sobre las actividades del avión en distintos países del mundo. “Nos avisaron cuatro o cinco días antes, y al ministerio llegó la noticia el lunes 6, cuando el avión ya estaba en Ezeiza”, destacaron cerca de Aníbal Fernández, que compartió el estrado además con su par de Educación, Jaime Perczyk, mientras en el auditorio lo escuchaban representantes de distintas fuerzas.
Entre ellos, el titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, José Glinski, que tuvo a su cargo la revisión del avión al llegar al país, y un día más tarde, volvió a revisarlo luego de su fallido intento por cargar combustible en Uruguay.
Fuentes oficiales defendieron, justamente, el rol de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, al afirmar que “hicieron su trabajo y no encontraron pruebas de nada. Hay indicios, pero no le corresponde a ellos esa parte”, afirmaron fuentes que conocieron el accionar de esa fuerza ante la llegada del avión de Emtrasur, que fue autorizado por la Autoridad Nacional de Aviación (Anac) a transitar por espacio aéreo argentino hasta su llegada al país.
Críticas a Rosenkrantz
Con un discurso que llegó tras la alocución de los ministros de Educación, Jaime Perczyk; y de Seguridad, Aníbal Fernández, el Presidente se abocó a lo formal del anuncio dirigido a las Fuerzas Federales y solo se corrió del libreto para enviarle un dardo al vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz.
Cuando hablaba de las cualidades de estudiar a distancia para aquellos que viven lejos de las universidades, Fernández comentó: “Pensaba cuántos efectivos de las fuerzas de seguridad federales están distribuidos a lo largo del país. Y la educación virtual en carreras como esta [teóricas], bien podrían ayudar a que no se interrumpa por un traslado o por estar en el interior”.
Entonces, aprovechó ese momento para manifestarse contra Rosenkrantz. “Allí habría una necesidad y, por lo tanto, un derecho. Aunque algunos jueces no lo entiendan. Podríamos favorecer que el traslado de un oficial no interrumpa sus carreras”, aseveró el mandatario en relación con una frase pronunciada por el magistrado en Chile, a principios de este mes, cuando negó esa máxima peronista. “No puede haber un derecho detrás de cada necesidad porque no hay suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades”, había expresado el juez.
El Presidente dijo también que la política judicial y la de seguridad “son distintas”, pero que “muchas veces se confunden”. En ese sentido agregó: “Poder llevar adelante una política de seguridad eficiente y respetando las normas del Estado de derecho es una condición esencial”.