El embajador israelí en Rusia, Alex Ben-Zvi, fue convocado para una reprimenda por el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mijail Bogdanov, tras el ataque de la semana pasada al aeropuerto de Damasco.
Bogdanov protestó ante el embajador y afirmó que el ataque causó daños a nivel civil y humanitario y que también afirmó que la justificación del ataque proporcionada por Israel no era convincente y que, por tanto, Rusia estaba esperando aclaraciones.
Anteriormente, el representante ruso también condenó las acciones de Israel en Siria.
Los rusos emitieron una declaración oficial en la que afirmaban: “Nos vemos obligados a subrayar que el actual bombardeo israelí del territorio sirio, en violación de las normas básicas del derecho internacional, es inaceptable. Condenamos enérgicamente el ataque provocador de Israel contra la infraestructura civil siria. Estas acciones irresponsables crean graves riesgos para el tráfico aéreo internacional y ponen en peligro real la vida de personas inocentes. Exigimos que la parte israelí ponga fin a esta práctica viciosa”.
A lo largo de los años, Israel ha acusado repetidamente a Irán de contrabandear armas y sistemas de mejora de misiles desde Teherán a su apoderado terrorista libanés, Hezbolá, utilizando vuelos a través de Siria.
Se cree que el contrabando de armas relativamente grandes se realiza a través de Siria en aerolíneas de carga iraníes, que suelen aterrizar en el aeropuerto internacional de Damasco y en la base aérea de Tiyas, o T-4, a las afueras de la ciudad central siria de Palmira. Se cree que el armamento se almacena en depósitos de la zona antes de ser transportado por camión al Líbano.