Kevin Goodman, capitán de una estación de bomberos en Arizona, Estados Unidos, diseñó un chaleco antibalas que cabe en los bolsos escolares con el objetivo de que los niños puedan llevarlo a clases. El producto fue creado especialmente para los estudiantes luego de la masacre en la escuela de Uvalde, Texas, el 24 de mayo, en la que un atacante asesinó a 19 niños y dos docentes.
Aunque no es el primer producto de este tipo, Goodman aseguró que debido a la mejora en los materiales, el chaleco es resistente a impactos de proyectiles de alto calibre. Agregó que tiene un tamaño adecuado para niños y adolescentes, es ligero, plegable y cabe los bolsos.
El capitán de bomberos indicó que su diseño fue fabricado por su propia empresa, Escape Armour, que “utiliza los mejores materiales” para garantizar la seguridad de las personas. En una entrevista para el medio France 24, Goodman expresó que intenta que su producto esté disponible para tantas personas como sea posible.
«Es muy trágico que estas cosas sigan ocurriendo y por desgracia, probablemente van a seguir ocurriendo. Así que estoy tratando de hacer que mi producto esté tan disponible como pueda para dar a la gente una herramienta más para tratar de proteger a sus hijos y a sus familias», indicó.
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