Julio Herrera Velutini y Pedro Torres Ciliberto ¿De banqueros a prófugos?

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Julio Herrera Velutini o Julio Martín Herrera Kolster, como sería su nombre anterior, es, según una lista reciente del medio colombiano Pulzo, una de las personas más ricas de Venezuela, con una fortuna de entre $1.2 y 1.8 mil millones.

Pero el banquero tiene un turbio pasado empresarial vinculado a la quiebra de bancos en Venezuela.

¿Quién es Julio Herrera Velutini o Julio Martín Herrera Kolster?

Julio Martín Herrera Kolster, quien según algunas referencias en línea, se ha hecho llamar Julio Martín Herrera Velutini o Julio Herrera Velutini, fue propietario en Venezuela del Banco Real. El banquero huyó de su país tras la crisis financiera de 2009.

Familia de Banqueros

La familia Velutini ha tenido una gran influencia sobre la banca venezolana desde finales del siglo XIX, con la fundación del Banco Caracas y el Banco de Venezuela. Su bisabuelo Julio César Velutini Couturier, presidió el Banco de Caracas hasta 1930; posteriormente todas sus generaciones fueron presidentes y directores principales del Banco Caracas por más de cien años, hasta su venta en 1998.

Cuando se habla de Julio Martín Herrera Velutini y su descendencia es propicio hacer algunas aclaratorias, pues su bisabuelo, por ejemplo, no era realmente de su sangre, pues su padre había sido adoptado.

Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial y siendo todavía embajador en Europa, José “Pepito” Herrera Uslar y su esposa Clementina Velutini, adoptaron a una huérfana en Suiza, cuyos padres murieron durante la Segunda Guerra Mundial, y la trasladaron a Caracas. La niña no paraba de llorar por la ausencia de sus dos hermanos. Semanas después los fueron a buscar y también fueron adoptados y trasladados a Venezuela.

Los tres asumieron a partir de la adopción el apellido de sus padres adoptivos y a uno de ellos le pusieron por nombre Julio Herrera Velutini, quien luego tuvo tres hijos, entre los que destaca Julio Martín Herrera Kolster. Su madre, Gilda Kolster, fue condenada a 30 años de prisión por la autoría intelectual en el delito de homicidio calificado contra su segundo esposo, Casto Martínez Garrido, quien era suegro de Folco Falchi, prófugo de la justicia de Venezuela por el caso de la quiebra del Banco Latino. “Julito” prefirió cambiarse el apellido para hacerse llamar Julio Martín Herrera Velutini y no Julio Martín Herrera Kolster para desvincularse de su madre.

Julio fue el único de los tres hermanos que incursionó con éxito en el mundo de las finanzas. Habría sido quien tuvo más contacto con los Velutini, mientras sus hermanos se acercaron más a los Herrera Uslar. Se casó con María Fernanda Bello Pacheco, con quien tuvo dos hijos, pero la felicidad tuvo fecha de caducidad a los 10 años. Luego del divorcio, la madre se quedó con la custodia de los niños que para el momento tenían seis y nueve años, y al padre le fue impuesto el pago de una pensión de cuatro mil bolívares, según la sentencia emanada por el juez unipersonal primero del Tribunal de Protección del Niño y el Adolescente de la Circunscripción Judicial del estado Vargas el 23 de febrero de 2006.

Para ese entonces todavía aparecía en los documentos como Julio Martín Herrera Kolster. Vale destacar que su madre fue condenada el 29 de mayo de 2001 por el homicidio ocurrido el 19 de diciembre de 1996; por lo tanto, hay quienes sospechan que el cambio de apellido no fue por el caso de su madre sino por el escándalo que se avecinaba para finales de 2009 con la crisis bancaria en la que salieron intervenidos sus bancos, que culminó con su fuga de Venezuela y una alerta de búsqueda por la Interpol. “Julito” fue protegido y prácticamente criado por su tía Belén Clarisa Velutini, dueña en Caracas del teatro Trasnocho Cultural, quien además posee una gran fortuna, de la cual, su sobrino terminó siendo administrador, es por eso que muchos lo conocen como “el sobrino”.

La familia, considerada de las más adineradas de Venezuela, cuenta además entre sus figuras exitosas y que han seguido amasando fortuna a la famosa diseñadora Carolina Herrera. En el grupo de empresas de la familia, Bernardo Velutitni, su primo, era el accionista mayoritario y quien vendió Bolívar Banco a Eligio Cedeño. Julio se desempeñaba como socio y director de Bolívar Banco y cuando éste fue vendido, decidió comprarle a su primo el Banco del Desarrollo del Microempresario, y en asociación con Emilio Antelo lo rebautizó como Banco Real y en una negociación en 2009 adquiere Helm Bank.

Aspiraciones

En una interminable movida de compra y venta de instituciones financieras, Julio Herrera Velutini tenía en planes comprarle al banquero José María Nogueroles el Banco Nacional de Crédito (BNC), luego que Nogueroles le había comprado el Banco Caracas a su familia en 1998. La idea era fusionar el BNC con el Helm Bank y crear una gran institución que se llamaría Banco Continental, ya que la negociación se estaba haciendo a través de la empresa española de su propiedad Fondo Financiero Continental, pero no terminó de dar frutos. Los negocios con Arné Chacón, hermano del exministro chavista Jesse Chacón, terminaron salpicándole en la toma de Helm Bank por el Fondo de Protección Social de los Depósitos Bancarios (Fogade) y también con una investigación de la Superintendencia de Seguros de Venezuela por un contrato de fideicomiso entre Helm Bank y Seguros Banvalor.

Cuando adquirió el Banco de Desarrollo del Microempresario, Julio Herrera Velutini se aprovechó de las facilidades que daba el Gobierno para crear este tipo de instituciones en vista del beneficio social que representaban, pero pronto, cuando lo convierte en Banco Real, sacó su faceta de capitalista y no tardó en empezar a ponerle obstáculos la Superintendencia de Bancos (Sudeban). Los planes de crear el Banco Continental estaban en marcha. Ya había comprado todas las acciones de Helm Bank al colombiano Banco de Crédito a través del Banco Real y se disponía a comprar otro banco, el BNC, habiendo desembolsado ya 25 millones de dólares, cuando la Sudeban no aprobó la compra del BNC y tampoco autorizó el traspaso de Helm Bank a la empresa española a través de la cual crearía la nueva institución financiera, fue entonces cuando la Sudeban, en diciembre de 2009, intervino a puerta cerrada el Banco Real y ordenó su liquidación y Helm Bank fue confiscado por Fogade, en vista de que sus acciones las poseía el Banco Real. La intervención estuvo enmarcada en la crisis financiera de finales de 2009 en la que fueron intervenidos Bolívar Banco, Confederado, Banpro, Banco Canarias; en una primera tanda, dos semanas después les tocó el turno a Banco Real, Baninvest y Central Banco.

Los primeros cuatro, vinculados a Ricardo Fernández Barrueco, empresario que mantuvo negocios en el sector alimentario con el Gobierno de Venezuela, fueron intervenidos por no poder justificar el origen de los fondos y los tres últimos por inconsistencias en sus reportes relacionados con una brecha negativa entre activos liquidables y pagos exigibles. Julio Herrera Velutini fue citado de inmediato por la Fiscalía General de la República de Venezuela pero el joven banquero había decidido sumarse a sus colegas que evadieron la justicia y huyeron de su país, siendo incluidos en la lista roja de la Interpol, pero al poco tiempo fueron excluidos con el supuesto argumento de que la investigación que había abierto el Gobierno en su contra era de índole político.

Desde el exilio, Herrera Velutini consiguió una curiosa victoria jurídica en Venezuela al lograr que Fogade le devolviera los 40 millones de dólares correspondientes a sus acciones en Helm Bank, tras una apelación interpuesta. Sus negocios continuaron en el exterior, en Puerto Rico con el Bancredito International Bank, también se dice que sigue teniendo nexos financieros rentables con Venezuela.

Julio Martín Herrera Velutini, cédula de identidad V-10.384.888, cuyo nombre real es Julio Martín Herrera Kolster, nació en Caracas el 15 de diciembre de 1971. Inició sus estudios en el Colegio Los Arcos para luego continuar su formación en The American School in England, en el Reino Unido y en la La Scuola Americana in Svizzera, en Suiza.

Al regresar a su país cursó estudios en la Universidad Central de Venezuela (UCV), de la que se graduó en 1990, pero ya antes había comenzado a trabajar como corredor en la Bolsa de Valores de Caracas. Poco tiempo después se hizo socio de la firma Multinvest hasta 1997, cuando fundó Financiera Venezolana y luego Casa de Bolsa.

En 1999 se convirtió en accionista mayoritario de Transbanca, grupo en el que se hizo cargo de Bolívar Banco hasta su venta en 2004. También estuvo en la junta directiva de varias firmas, incluyendo Kia Motors de Venezuela, Blue Bank Puerto Rico, y BMW Venezuela.

En 2010 contó con la intercesión de Luis Emilio Velutini en las negociaciones para adquirir el Banco Nacional de Crédito (BNC) del grupo Nogueroles, negociaciones que no se cerraron.

Desde principios de 2007 hasta febrero de 2009 se desempeñó como presidente de la junta directiva del Banco Real, y Banreal Holding. Ya a finales de 2008 había fundado Bancredito International Bank, Corporation, la fundación Bancredito y Bancredito Financial Services, de las que se encargaría luego en el exilio tras su huida de Venezuela.

En el Consejo Nacional Electoral (CNE) aparece inscrito como Julio Martín Herrera Velutini. Según la fuente el 11 de diciembre de 2009 recibió una citación de la fiscalía por irregularidades en el Banco Real, a través del cual también mantenía las acciones de Helm Bank, pero Velutini había salió de Venezuela.

Julio Herrera Velutini antes de sus fraudulentos negocios bancarios en Venezuela

La innegable influencia de sus familiares marcaron su futuro e influenciaron por completo su vida. Bernardo Velutini desde siempre ha sido banquero. Fue Director del Banco Caracas, que luego absorbió el controversial José María Nogueroles.

Su carrera

La carrera de “Julito” se inició realmente como corredor de seguros, vinculado luego al grupo colombiano “Helm”, al “Helm Bank de Venezuela”, al Banco Real (comprado por Pedro Torres Ciliberto) y posteriormente al BNC, propiedad de José María Nogueroles, el cual supuestamente Julio Herrera trató de comprar con financiamiento extranjero, mayoritariamente español.

Hay que recordar que el régimen venezolano, asumió el control de la junta directiva del “Helm Bank”, lo que habría generado pérdidas al grupo colombiano por 50 millones de dólares.

Velutini también invirtió sus ganancias de la venta del Banco Caracas en la instalación de varios concesionarios de vehículos en Venezuela, entre éstos unos de KIA, que fusionó en un solo grupo. También creó el Banco de Desarrollo del Microempresario, que le compró su sobrino “Julito” Herrera Kolster y que posteriormente fue convertido en el Banco Real, el cual luego fue vendido al hoy prófugo de la justicia venezolana Pedro Torres Ciliberto.

Fuente: ABCNoticias