El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden se enfrenta a la ira de los conservadores después de que una cámara lo captara diciéndole a un reportero en Portland que «la economía es fuerte como el infierno», mientras comía un cono de helado de Baskin Robbins.
El presidente no pareció preocupado por la tasa de inflación del 8.2 por ciento del país y las advertencias de una recesión inminente cuando se le preguntó sobre la situación financiera de Estados Unidos en una heladería de Oregón.
El dólar estadounidense sirve en gran medida como una inversión de refugio seguro que ve entradas en tiempos de incertidumbre, lo que significa que a menudo aumentará en tiempos de turbulencia económica, mientras que otros, como la libra y el euro, caerán.
Ese sentimiento no pasó desapercibido para varios expertos y observadores políticos que vieron el video, que ha sido ampliamente compartido desde su grabación el domingo por la tarde durante la visita del jefe de estado a la ciudad notoriamente liberal para promocionar los recientes logros legislativos del Partido Demócrata en el cuidado de la salud.
Desde entonces, la extraña interacción se volvió viral y se compartió miles de veces solo un día después de que Biden, de 79 años, atrajo críticas de los republicanos por dar consejos de citas no solicitados a una joven adolescente en California.
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