El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó este miércoles la liberación de 15 millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas para calmar los precios de la gasolina tras los recortes de producción anunciados por la OPEP+ y a menos de un mes de las elecciones legislativas.
En un discurso en la Casa Blanca, señaló a Rusia como la principal culpable del alza de la gasolina por la guerra en Ucrania y, aunque reconoció que los precios han bajado durante los últimos meses, consideró que no están disminuyendo lo suficiente.
«Este anuncio hoy sirve para continuar estabilizando los mercados y para bajar los precios en un momento en el que las acciones de otros países han provocado esta volatilidad», dijo Biden, en referencia a los países de la OPEP+, pero sin llegar a mencionar a la alianza petrolera.
La OPEP+, con Rusia y Arabia Saudí a la cabeza, anunció la semana pasada un recorte de dos millones de barriles diarios de la producción mundial de petróleo, lo que provocó una subida del precio medio de la gasolina en EEUU, que ha ido bajando en los últimos días y actualmente se sitúa en los 1,02 dólares por litro.
Según detalló la Casa Blanca, los 15 millones de barriles llegarán al mercado en diciembre y serán liberados a un ritmo de 500.000 al día.
Esta última venta de petróleo forma parte del paquete de 180 millones de barriles que, en marzo, Biden prometió que iría poniendo en los mercados de manera progresiva para amainar los precios, en lo que supuso una liberación récord de petróleo por parte de Washington.
Como ya se ha agotado la cantidad inicialmente autorizada, el presidente abrió la puerta a futuras inyecciones de petróleo en los mercados, pero no ofreció detalles sobre las cantidades o fechas que baraja.
Las reservas en el más bajo en casi 40 años
Según reconoció Biden, la gran liberación de petróleo en tan pocos meses ha provocado que las reservas estratégicas de EEUU estén en sus niveles más bajos desde 1984.
En concreto, actualmente hay unos 400 millones de barriles de petróleo en las reservas estratégicas de EEUU, localizadas en grandes cavernas subterráneas en la costa del Golfo de México.
Esas reservas fueron creadas en 1975 después del embargo árabe que elevó los precios y, desde entonces, se han usado para aumentar la oferta de petróleo durante guerras o desastres naturales.
Biden anunció que su Gobierno repondrá ese petróleo, pero solo cuando el precio por barril sea inferior a 70 dólares.
El precio del barril está actualmente en los 85,55 dólares, según el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI), indicador de referencia en Estados Unidos.
¿Un anuncio con tinte electoral?
Minutos después del anuncio, varios republicanos -incluidos miembros de los comités de energía del Congreso- criticaron a Biden por haber ordenado la liberación de petróleo en vísperas de las elecciones del 8 de noviembre y en un momento en el que las encuestas muestran que la economía es uno de los temas que más preocupa a los estadounidenses.
Preguntado al respecto, afirmó que su anuncio «no responde a motivos políticos» y se engloba en los esfuerzos que su Gobierno ha hecho en los últimos meses para rebajar los precios.
«El problema es que estos tipos (los republicanos) están dormidos. No sé dónde han estado», se burló el mandatario, quien al mismo tiempo insistió en que sus políticas buscan ayudar a las familias estadounidenses que ya sufren una subida de la inflación no vista en cuatro décadas.
Además de meterse con los republicanos, Biden arremetió contra las grandes petroleras de EEUU y las acusó de estar manteniendo la producción baja para aumentar sus beneficios.
En concreto, regañó a las petroleras por estar recomprando sus acciones a niveles casi récord para aumentar las ganancias de sus inversores y cuestionó la moralidad de esa decisión en medio de la guerra en Ucrania. «No deberían hacerlo ahora, no, no mientras la guerra sigue», apostilló.
Aumentar la produción de petróleo, pero apostar por energías renovables
Por último, Biden consideró que aumentar la producción de petróleo no debe retrasar la transición hacia las energías limpias.
Con ese propósito, en otro discurso, anunció ayudas por valor de 2.800 millones de dólares para fortalecer la producción doméstica de litio y otros minerales clave usados en la fabricación de vehículos eléctricos, paneles solares y otras energías renovables.
Biden ha recibido críticas de grupos ecologistas por haber seguido apostando por energías fósiles en vez de transformar de manera radical el modelo energético de Estados Unidos.
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