Cada vez son más los activistas, sobre todo madres y padres de niños preocupados porque sus hijos se han autodenominado transexuales de forma repentina, que claman contra la ley trans promulgada por la ministra de Igualdad, Irene Montero. Una de estas activistas ha divulgado un impactante vídeo en el que un travesti enseña a niños a cómo esconderse el pene entre las piernas con una cinta adhesiva.
Esta madre ha ironizado sobre que «los nuevos temarios de los colegios» deberían recoger «este fantástico manual de cómo ser mujer». «Así los niñes mal asignados al nacer por las hadas borrachuzas, pueden aprender a retorcerse las pelotas mientras hacen», ha agregado, antes de implorar que no salga adelante la ley trans que jalea Podemos.
El vídeo, de cerca de cuatro minutos de duración, muestra de forma meticulosa cómo deben empujar los menores sus testículos dentro de su propio cuerpo y después colocar el pene hacia atrás para, posteriormente, cubrirlo con esta cinta adhesiva con forma de compresa y de color carne para simular que son mujeres sin genitales masculinos.
El travesti enseña paso por paso cómo debe hacerse y, además, utiliza un palo para guiar de forma más gráfica a los chicos sobre cómo manipular sus partes íntimas para hacerlas desaparecer a simple vista.
Además, el vídeo anima a que estos chicos se depilen de forma integral la zona para estar «más suaves y limpios», no sin antes enseñar el resultado final con la cinta adhesiva puesta y unas braguitas de encaje blancas.
«Desde el momento en que se romantiza una mutilación y se ensalza el consumo de medicamentos de por vida, desde el momento en el que se toma una decisión tan drástica como es la de transicionar con hormonas y/o con cirugías, ya sólo queda un camino: tirar para delante creérselo. Por eso es importante reafirmarse cada día en esa decisión, rodearse de otros trans, formar una comunidad que se retroalimente y conseguir adoctrinar a unos cuantos más por el camino», denuncia esta activista que ha revelado el citado vídeo y quién ha identificado tres perfiles trans «bien definidos».
«El primero es el señor cincuentón que de repente quiere ser mujer, autoginefilia pura y dura; el niño al que le han comido la cabeza sus padres, por progres o por retrógrados homofóbicos y los adolescentes con distintos problemas de encaje que han sido reclutados por las RRSS y por amistades, puro contagio social», cuenta.
«Las víctimas aquí son siempre los niños y buena parte de los adolescentes, y los verdugos son siempre los señores autoginefílicos y por desgracia, la otra parte de esos adolescentes que van creciendo y necesitan seguir reafirmándose», agrega.
OK Diario
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