El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró en sus redes sociales la noche del domingo que el «control» de los territorios, por años dominados por las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrios 18 y otras minoritarias, «ya es totalmente del Estado».
El Salvador se encuentra desde finales de marzo bajo un régimen de excepción, que cumplió 8 meses de vigencia y suspende varios derechos constitucionales, tras una ola de asesinatos que se cobró la vida de más de 80 personas en tres días.
En este contexto, la madrugada del sábado al menos 10.000 elementos de seguridad fueron desplegados en la ciudad de Soyapango, la tercera localidad más poblada de El Salvador y que había sido catalogada como una de las más peligrosas del país por la alta presencia de pandilleros.
La ciudad, ubicada a un poco más de 12 kilómetros de San Salvador capital, ha sido «cercada» como una estrategia, según las autoridades de Seguridad, para «extraer» a pandilleros que aún no han sido capturados y continuar la «guerra contra las pandillas».
De acuerdo con Bukele, «en menos de 48 horas, más de 140 pandilleros han sido arrestados dentro del cerco».
El ministro de la Defensa, René Merino Monroy, justificó el sábado la implementación de dicho «cerco» y aseguró que «no afectará a la población honrada», «respetando los derechos humanos».
«No hay ninguna persona honrada que haya sido afectada por el cerco que se ha establecido. La operación está dirigida directamente contra los pandilleros que todavía se andan escondiendo y que generan algún inconveniente a la población honrada (…) es totalmente falso que estas operaciones le van a generar malestar a la población honrada», dijo Merino Monroy en una rueda de prensa.
Soyapango es la segunda ciudad más poblada del Área Metropolitana de San Salvador – integrada por 14 municipios- y la tercera del país.
Dicha ciudad, que había sido catalogado como una de las más peligrosas del país por la alta presencia de pandilleros, tiene una población aproximada de 258.921 habitantes.
Bajo la medida del estado de excepción han sido capturados, según las autoridades salvadoreñas, más de 58.000 pandilleros y personas ligadas a estas bandas.
«Cercar» grandes ciudades de El Salvador es parte, de acuerdo con Bukele, de la quinta fase del Plan Control Territorial, que fue lanzando en 2019 y al que se atribuye la baja en los homicidios a través de frenar las fuentes de financiamiento de las maras y retomar las zonas controladas por estas bandas.
Sin embargo, la población en general desconoce un documento oficial que detalle el camino para atender desde el Estado el fenómeno de las pandillas.
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