Médicos Sin Fronteras no espera otra “explosión de casos” que desemboque en una epidemia. Las vacunas y la mejora de la crisis de escasez de combustible han contribuido a frenar los casos.
El Ministerio de Salud Pública de Haití ha confirmado que el cólera se ha cobrado las vidas de al menos 452 personas desde su estallido el 3 de octubre. La enfermedad, que se había extinguido hacia tres años, llegó a un país, sumido en una de las peores crisis sociopolíticas de su historia, en medio de una ola de violencia y un fuerte estallido social que ha detenido durante meses al país caribeño de 11,5 millones de habitantes. Para el equipo de Médicos sin Fronteras en el territorio, si bien las cifras son preocupantes, creen “con mucha seguridad” que no se dará otra “explosión de casos” y que esto no desembocará en una epidemia.
Según un balance epidemiológico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las autoridades sanitarias han registrado 1.561 casos confirmados en los diez departamentos del país, 22.469 sospechosos y más de 18.000 hospitalizaciones con síntomas muy relacionados a esta patología. El 57% de estas detecciones son hombres y el 47% tiene 19 años o menos, siendo los niños los más afectados. El 19% de los contagios se produjeron en la población entre uno y cuatro años y el 15%, entre los de cinco y nueve.
El cólera es una enfermedad bacteriana causada por alimentos o agua contaminados que provoca diarrea acuosa aguda y vómitos que pueden derivar en deshidratación. Los casos más leves se tratan con sales de rehidratación oral. Pero los graves requieren de líquidos intravenosos y antibióticos y pueden ser mortales. En un país en el que la asistencia sanitaria es intermitente en los cascos urbanos y prácticamente inexistente en las zonas rurales, la detección precoz conseguir los medicamentos requeridos no siempre es fácil. De acuerdo a las estimaciones de Médicos del Mundo, dos de cada tres haitianos no tienen acceso a un centro de salud.
A mediados de noviembre, Haití comenzó a recuperarse de la escasez de carburante ocasionada por la violencia y el control de grupos armados, según explica Alexandre Marcou, responsable de comunicación de MSF desde Puerto Príncipe. Para él, esa mejoría —que conlleva mayores facilidades para el transporte de personas e insumos— y la vacunación son las principales razones por las que la sintomatología de los pacientes no es tan severa como hace tres meses: “Es innegable que existe un subregistro por la situación en el país. Pero ha habido un muy notorio descenso de hospitalizaciones. Nosotros mismos estuvimos muy saturados. Un escenario que nada tiene que ver con estos días. Creemos que se va a estabilizar”.
Cuando hace tres meses saltaron las alarmas por el regreso de la enfermedad, los expertos sanitarios temieron lo peor. A mediados de octubre, se conoció que el brote había dejado 19 muertes, 422 casos sospechosos y 268 hospitalizaciones. Hoy la cifra de fallecidos se ha multiplicado por 23.
“Haití tiene experiencia en la gestión del cólera, pero la frágil situación de seguridad ha ralentizado los esfuerzos de respuesta, por lo que estas vacunas son una buena noticia”, dijo la directora de la organización en un comunicado, Carissa F. Etienne. La experiencia se la dio la epidemia que vivió el país entre 2010 y 2019, cuando registró más de 820.000 casos y 10.000 defunciones por cólera.
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