El alcalde de Nueva York, Eric Adams, inició este sábado una visita a la frontera de Estados Unidos con México mientras insiste a las autoridades estatales y federales para que ofrezcan soluciones a la ciudad, que desde la pasada primavera ha recibido a casi 40.000 inmigrantes y solicitantes de asilo.
Adams lleva meses pidiendo una respuesta a nivel nacional a esta situación y advirtiendo del impacto que hacerse cargo de todas esas personas está teniendo en las arcas de la ciudad.
Este viernes, en una entrevista radiofónica, elevó el posible coste a entre 1.500 y 2.000 millones de dólares y avisó de que ello puede agravar de forma muy importante el déficit presupuestario de la Gran Manzana.
“Ese dinero viene de nuestras escuelas. Viene de nuestra seguridad pública, nuestros hospitales, nuestras infraestructuras”, señaló Adams.
El alcalde demócrata se ha mostrado a menudo crítico con la respuesta que el Gobierno de Joe Biden está dando a la llegada masiva de inmigrantes latinoamericanos al país y en la entrevista consideró que es “irresponsable” que no se esté viendo una “verdadera respuesta nacional”.
Desde la pasada primavera, Nueva York ha recibido ha a decenas de miles de inmigrantes y solicitantes de asilo, muchos de ellos enviados en autobuses fletados por el Gobierno de Texas, que ha estado usando esa estrategia para distribuir a los recién llegados y a la vez denunciar la situación en la frontera.
La semana pasada llegaron de media 400 nuevas personas al día, lo que amenaza con desbordar los albergues y hoteles que la ciudad está usando para alojarlos, dijo ayer Adams.
“Basados en nuestras proyecciones, anticipamos que vamos a ser incapaces de seguir alojando a los demandantes de asilo, y hemos emitido un llamamiento de ayuda al estado de Nueva York a partir de este fin de semana”, explicó el alcalde.
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