El viceministro ruso, Sergei Riabkov, en la Conferencia de Desarme de Ginebra, acusó a Estados Unidos y la OTAN de ser «las amenazas más graves» en materia estratégica, por su supuesta voluntad de «fomentar el conflicto dentro y alrededor de Ucrania e involucrarse cada vez más en el enfrentamiento armado», dijo este 2 de marzo.
La guerra de Ucrania «es cada vez más un enfrentamiento directo entre potencias nucleares que podría tener consecuencias catastróficas», destacó Riabkov en la conferencia, que se celebra cada dos meses en la sede europea de la ONU pero en febrero y marzo suele reunir a los dignatarios de más alto nivel.
Riabkov destacó el hecho de que las sanciones de la Unión Europea hayan impedido la asistencia a la conferencia del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, lo que calificó de «intento de eludir un diálogo franco destinado a mejorar la seguridad y la estabilidad mundiales».
Añadió que Rusia y otros países «no pueden seguir indiferentes y cruzarse de brazos mientras otros socavan sus intereses fundamentales y realizan actividades subversivas, amenazas híbridas y presiones coercitivas para que todo resulte según su conveniencia».
El «número dos» de la diplomacia rusa aseguró que las amenazas de represalias contra Rusia que frecuentemente se lanzan desde las capitales de países occidentales «van en contra de la declaración sobre la prevención contra la guerra nuclear» firmada el 3 de febrero de 2022, «con la que Rusia sigue plenamente comprometida».
Riabkov destacó que la situación de la seguridad global se deterioró aún más cuando EEUU trató de poner a prueba instalaciones estratégicas de Rusia, lo que llevó a Moscú a anunciar su reciente retirada del tratado «Nuevo START», único de reducción de armas nucleares que aún mantenía con Washington.
«En el actual contexto nos parece muy cínico que Washington exija volver a tener acceso a las instalaciones nucleares de Rusia para su inspección mientras junto a otras potencias nucleares como Francia o Reino Unido parece querer vencernos en una guerra total híbrida», argumentó Riabkov a la hora de explicar las razones de la retirada rusa del tratado.
La actual situación, afirmó, «no sólo crea una crisis aguda en la región euroatlántica, sino que también amenaza con causar levantamientos en la región de Asia-Pacífico», aseguró Riabkov, quien habló de una «lucha mundial por un nuevo orden global que adquiere cada vez más impulso».
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