El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, viaja este lunes a Brasil, primera escala de una gira que le llevará además a Venezuela, Nicaragua y Cuba, desde donde regresará a Rusia el 21 de abril.
«Para nosotros, América Latina es una región amistosa, uno de los centros de formación del mundo multipolar, con la que Rusia procura mantener un dialogo dinámico y desarrollar la cooperación constructiva libre de cualquiera imposición foránea», recalcó la portavoz de Exteriores, María Zajárova.
El jefe de la diplomacia rusa tendrá un programa «intenso» durante su visita a los cuatro países latinoamericanos.
Lavrov viaja a la región con una agenda concreta encaminada a incrementar la cooperación mutuamente beneficiosa entre Rusia y Brasil, Venezuela, Nicaragua y Cuba en política, comercio y economía, educación, cultura, Humanidades y otros ámbitos, explicó.
Además, Rusia planea enfocar las negociaciones en el fortalecimiento del Derecho Internacional del mundo moderno basándose en la Carta de la ONU, recalcó Moscú.
El pasado jueves, Lavrov escribió sendos artículos en el periódico brasileño «Folha de Sao Paulo» y la revista mexicana «Buzos de la Noticia» de cara a su visita a América Latina.
En esos artículos destacó, en particular, la relación estratégica con Brasilia, Caracas, La Habana y Managua.
«El paisaje geopolítico que cambia de manera acelerada abre nuevas posibilidades al desarrollo de la cooperación mutuamente beneficiosa entre Rusia y los países latinoamericanos. Estos últimos juegan un papel cada vez más destacado en el mundo multipolar», subrayó.
Lavrov asegura que Moscú no quiere que América Latina y el Caribe se conviertan en un espacio de antagonismo entre las potencias, ya que basa su política de exterior no en la ideología, como ocurría con la Unión Soviética, sino en el pragmatismo.
Como ejemplo, resaltó que, pese a las sanciones y las presiones políticas, las exportaciones rusas a la región se incrementaron en un 3,8 %, mientras los suministros de trigo aumentaron un 48,8 %.
A principios de mes el presidente ruso, Vladímir Putin, invitó a Moscú a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, al recibir en el Kremlin al asesor especial para Asuntos Internacionales de la Presidencia de Brasil, Celso Amorim.
La visita de Lavrov a Brasil se produce después de la visita de Lula a China, donde abogó nuevamente por la paz en Ucrania.
Nicolás Maduro, ofreció a su vez a Putin «todo el respaldo» desde el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania en febrero de 2022.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, mostró por su parte a Putin su apoyo en su enfrentamiento con Occidente, al visitar Rusia en diciembre de 2022, tras lo que también condenó la orden de arresto emitida contra el jefe del Kremlin por la Corte Penal Internacional.
Por último, a finales de marzo el canciller nicaragüense, Denis Moncada, se reunió en Moscú con Lavrov, ante el que defendió el derecho de Moscú a garantizar su «integridad y seguridad».
En la nueva política exterior rusa, marcada por el creciente antagonismo político, militar y económico con Occidente por Ucrania, la región de América Latina es una de las regiones prioritarias.
EFE
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