Migrantes siguen lanzándose al río Bravo por fin del Título 42

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En la agonía del Título 42, los migrantes que se encuentran varados en la frontera de Matamoros, Tamaulipas, en el norte de México, han padecido crisis nerviosas y no han dejado de lanzarse al río Bravo durante este jueves, mientras los militares estadounidenses refuerzan la malla con púas y más agentes se suman a su tarea en la zona que las familias emplean para cruzar.

También en las últimas horas, los venezolanos, principalmente, y personas de diversas nacionalidades, se abalanzan en grandes cantidades sobre la orilla del caudal para pasarlo caminando, con niños y bolsas negras, donde llevan sus pertenencias.

Es una situación compleja, hay muchísima gente que ya está desesperada. Una venezolana estaba llorando, estaba en crisis nerviosa, precisamente porque se va acercando más la hora, se termina este Título 42 y ya muchos están en desesperación”, declaró el coordinador de socorros de la Cruz Roja en Matamoros, Francisco Ponce.

De acuerdo a información que proporcionó el socorrista, en las últimas 48 horas han pasado de manera irregular a Estados Unidos en esta zona alrededor de 5.000 personas, aunque algunas ya han sido devueltas a este municipio de manera expedita.

Desafían a la autoridad

En la ribera del Rio Grande los agentes federales están trabajando a marchas forzadas, extendiendo la alambrada con filo por el bordo y además se observan más elementos de las diversas corporaciones, algunos con escudos antimotines que solo observan el paso de los solicitantes de asilo.

Del lado americano están poniendo más malla y limpiando el terreno, precisamente por lo que creen que va a pasar”, pronunció Ponce.

La concientización que han tratado de implementar el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) no ha sido barrera que impida el fenómeno, como tampoco los altavoces de los estadounidenses que repiten una y otra vez que serán deportados si llegan de manera irregular.

Vamos a ir para adelante, que sea lo que Dios quiera, estamos en las manos de Dios. Que nos detengan el tiempo que quieran porque ellos tenían que respetar el artículo”, expresó la venezolana Margorie Caballer.

Este 11 de mayo llega a su fin el Título 42, implementado en el Gobierno del expresidente Donald Trump (2017-2020) para retornar rápido a los migrantes a México, y cobrará vida el Título 8 que ha originado expectación entre los que están solicitando su pase a territorio estadounidense.

Con el tiempo encima

En las últimas horas ha sido incesante el arribo de grupos que al conocer que se puede cruzar por la región a Brownsville, Texas, sur de Estados Unidos, llegan con el tiempo encima para directamente adentrarse en el río y alcanzar esa nación.

Es duro pasar para allá, tenemos chance de pasar hasta las 12 de la noche”, dijo el venezolano Jhon Ramírez.

Es posible que durante la noche de este día sigan metiéndose al río Bravo e incluso abriendo nuevos puntos de entrada ante el reforzamiento de seguridad que ha desplegado el gobierno estadounidense para tratar de contener a los migrantes.

Título 42 que permitía expulsión en caliente de migrantes en EEUU finalizó

El controvertido Título 42, la norma que en Estados Unidos permitía la expulsión en caliente de migrantes por motivos de salud pública, ha llegado a su fin este jueves a las 21.59 hora local de El Paso (Texas)(02.59 GMT del viernes), donde las autoridades locales, estatales y federales han corrido contra reloj para prepararse ante un mayor flujo de personas.

Impuesto durante la Administración del expresidente Donald Trump (2017-2021), alabado por republicanos, denostado por activistas de los derechos humanos y mantenido por el Gobierno del demócrata Joe Biden, pese a las críticas de su propio partido, su levantamiento ha desatado rumores y una nueva batalla política entre progresistas y conservadores.

Frente a la puerta número 42 de la valla fronteriza entre México y Estados Unidos, a unos 15 kilómetros al este de la localidad de El Paso (Texas), reinaba la calma.

En el lado norte de la valla, decenas de periodistas permanecían apostados al igual que varios agentes de la Patrulla Fronteriza.

Al sur del muro de cinco metros y medio de altura, fuera del alcance de la vista, unos 400 refugiados esperan, entre la valla y el río Bravo, ser procesados y trasladados a los centros que gestionan las autoridades.

A las 15.15 comenzó la operación de los agentes fronterizos que trasladó a los migrantes más vulnerables, sobre todo menores, en un autobús y varias furgonetas.

El jefe de la Patrulla Fronteriza a nivel nacional, Raúl Ortiz, apuntó esta tarde que la operación de procesamiento y traslado se prolongaría 24 horas.

Un agente fronterizo presente junto a la puerta confirmó que el traslado continuará e insistió en que la prioridad había sido llevarse a los niños, aunque agregó que la temperatura es suave y no supondrá un peligro para los que todavía están esperando.

«A partir de esta noche, la gente que llegue a la frontera sin utilizar las vías legales se considerará no apta para recibir asilo. Estamos listos para procesar y apartar de manera humana a los que no tengan base legal para permanecer en EE.UU.», dijo en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

«No se crean las mentiras de los traficantes de personas. La frontera no está abierta», advirtió.

A partir de este momento se aplicará a los refugiados que entren en el país el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración en Estados Unidos. Además, el Gobierno del presidente Joe Biden ha anunciado nuevas medidas que restringen el acceso a la solicitud de asilo en la frontera con México.

Estas nuevas medidas consideran «no aptos» para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE.UU.

Sin embargo, desde el sector más ultraconservador del Partido Republicano se ha propagado la información de que el levantamiento del Título 42 supone, en la práctica, una política de puertas abiertas a la migración.

«Mientras el Presidente Biden abre las compuertas a más inmigración ilegal, Texas resiste», insistía esta tarde el gobernador de este estado fronterizo, Greg Abbott.

El Ejército apoyará las labores de vigilancia con 1.500 soldados, el estado ha enviado refuerzos de la Guardia Nacional y la ciudad de El Paso, por ejemplo, ha habilitado 4.500 camas para recibir a refugiados que hayan superado la criba policial y ha colaborado plenamente con las agencias de seguridad para desalojar un campamento de migrantes que se instalaron hace algunos días en torno a una iglesia en el centro de la ciudad.

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