Una denuncia vía el periodista César Moya sobre el antiguo Hotel Intercontinental en Valencia estado Carabobo que es propiedad de Rafael Lacava y se utiliza para trafico de menores.
En el año 2022, fue inaugurada la discoteca KTV BAR INTER exclusivamente para la comunidad asiática, la misma es dirigida por un mafioso chino ,conocido por alias de “Franco”.
La discoteca se dedica presuntamente a la explotación sexual y corrupción de menores.
Según la denuncia del periodista Cesar Moya todos los fines de semana llevan un desfile de niñas y la clientela que consume la venta de esas menores de edad. Los clientes según refiere Moya son son de nacionalidad china y de esto tiene conocimiento tanto el dueño del hotel Rafael Lacava como sus testaferros Carlos Santander y un hombre con psudonimo llamado Omar.
Muchas de las menores irían por voluntad propia y se aprovechan de la necesidad y la miseria en la que viven y otras son arrastradas bajo engaño. Algunas salen heridas o lastimadas debido a los extraños gustos de los depredadores de ese antro, los empleados guardan silencio porque reciben un salario alto y por las constantes amenazas.
Moya también aseguró en su denuncia que Rafael Lacava tiene su otra residencia fija en el piso 6 del hotel y se mandó a construir un ascensor privado para no ser visto cuando entre. Cerró todos los casinos clandestinos de Valencia para que los ludópatas no tenga más opción que ir al suyo, Lacava es un vicioso del Padel y lo juega a diario con otro de sus testaferros el “Morocho López”.
Para los que no lo saben, Mario Lacava, quien vive residenciado en Miami, está en Venezuela encargándose de sus “negocios”, entre ellos los TownHouse de las residencias Terraza de La Viña que quedan justo frente del Hotel (y donde vive Omar uno de los testaferros del casino), el hijo Mathias Lavava también es asiduo visitante y jugador del casino.
Todos ellos tienen pleno conocimiento de lo que ocurre en la discoteca KTV BAR INTER, son cómplices de la corrupción de menores que allí ocurre, son unas bestias iguales o peores que los depredadores de todas esas niñas.
Venezuela es un país que le ríe las gracias a un payaso que no es más que un corrupto y transgresor de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Según otras denuncias estos casino también estarían reportando sus ganancias a Tareck El Aissami que recibía al rededor de 2.000.000 de dólares mensuales, pero Lacava también llevaba un porcentaje un poco inferior al rededor de 1.5 millones de USD.
La trata de menores en Venezuela crece y va llevada de la mano de las altas referencias del chavismo.
