Una niña de un año murió este lunes en California luego de recibir un disparo accidental por parte de su hermano, tan solo dos años mayor que ella.
Sobre las 7:30 a.m. hora local (13.00 GMT), la Policía local recibió una llamada para reportar disparos en una casa en Fallbrook, un suburbio al norte de San Diego, según informó la oficina del sheriff del condado de San Diego, al sur de California en un comunicado.
Cuando los agentes de Policía llegaron al lugar de los hechos, encontraron que los disparos habían sido provocados por un niño de tres años que consiguió tener acceso a un pistola que no tenía seguro y disparó “accidentalmente” en la cabeza hermana menor.
La Policía no ha revelado el nombre de la víctima “por respeto a la familia y por tratarse de una menor de edad”, según indicó la oficina del sheriff en un comunicado.
A su vez, las autoridades informaron que han abierto una investigación para esclarecer “con más detalles” la causa de la muerte.
California es uno de los estados con mayores restricciones al porte de armas, permitido para los mayores de 21 años.
Sombrío record
Asesinados a manos de desconocidos o abatidos fatalmente por sus seres queridos. Masacrados en pueblos pequeños, en grandes ciudades, dentro de sus propias casas o en sitios públicos a plena luz del día. El incesante derramamiento de sangre de este año en Estados Unidos ha dado lugar al más sombrío de los hitos nacionales: el mayor número de asesinatos a mansalva durante seis meses registrados desde al menos 2006.
Del 1 de enero al 30 de junio pasados, la nación registró 28 matanzas, todos con armas de fuego, menos uno. El número de muertos aumentó casi al paso de cada semana, un ciclo constante de violencia y dolor.
Seis meses. 181 días. 28 asesinatos a mansalva. 140 víctimas. Un país.
Para efectos estadísticos, un asesinato múltiple (“mass killing”) se define como un suceso en el que cuatro o más personas son asesinadas, sin incluir al agresor, en un periodo de 24 horas. Una base de datos gestionada por la agencia de noticias AP y el diario USA Today, en colaboración con la Universidad Northeastern, realiza un seguimiento de esta violencia a gran escala desde 2006.
El hito de este año superó el récord anterior de 27 asesinatos múltiples, que apenas se registró en la segunda mitad de 2022. James Alan Fox, profesor de Criminología en la Universidad Northeastern, nunca imaginó récords como este cuando comenzó a supervisar la base de datos hace unos cinco años.
Casi todas las matanzas en la primera mitad de este año, 27 de 28, involucraron armas. El otro fue un presunto incendio intencional que mató a cuatro personas en una casa en Monroe, Luisiana. Un hombre de 37 años fue arrestado por cargos de incendio premeditado y asesinato en relación con las muertes del 31 de marzo.
A pesar de la carnicería sin precedentes, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés, una organización estadounidense que defiende los derechos de compra y tenencia de armas) mantiene una feroz oposición a la regulación de las armas de fuego, incluidos los rifles estilo AR-15 y armas similares.
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