¿Por qué los gatos dejan la boca abierta después de oler algo?

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De todos los animales domesticados que han acabado conviviendo bien cerca de las personas, el gato se lleva la palma en cuanto a misterio. Muchos de sus comportamientos siguen siendo hoy todo un enigma para nosotros, y los que hemos logrado descifrar (o eso creemos) resultan fruto de una inteligencia casi divina. Vamos, que los gatos son semidioses, y si no que le pregunten a las miles de cuentas que en Internet han elevado a este animal al Olimpo de lo divino. Toda una religión es la gatuna.

Seguro que si tienes un gato lo habrás notado, y si no lo tientes también es muy posible que este detalle de ellos te haya hecho pensar: su boca abierta tras oler cualquier cosa. Los felinos son tremendamente curiosos, y no, no nos referimos a su cualidad, esa que ha dado forma al famoso dicho. No sabemos si la curiosidad mató o no al gato, pero lo que sí sabemos es que estos animales nos matan a nosotros de curiosidad.

Podríamos plantear aquí una y otra y otra cuestión acerca de ellos, todo aquello que se nos escapa, aunque los veamos hacerlo una y otra vez, pero empecemos por un gesto tan ínfimo como simpático: ¿Que por qué dejan la boca abierta cuando huelen algo? Pues bien, porque están sintiendo analizando el olor. Pero espera, el asunto es más extenso, y hasta tiene nombre.

Están analizando

Se la conoce como respuesta ‘flehmen’, aunque en el día a día puedes llamarla «cara apestosa». A veces, esa respuesta o cara (o como quieras denominarla) de dejar la boca abierta puede llegar a durar una cantidad de tiempo anormalmente larga.

Hannah Shaw, que trabajo rescatando y cuidando gatos, apunta en su perfil de Instagram que es «la forma en que este analiza un olor desconocido e interesante. Esta noción permite que el olor viaje al órgano vomeronasal en el techo de la boca». El órgano vomeronasal, también llamado órgano de Jacobson, es una región de células sensoriales dentro del sistema olfativo de mamíferos, anfibios y reptiles.

Aunque el gato está contorsionando su cara peluda en una expresión extraña, en realidad solo está retrayendo su labio superior. El gato usa la boca, no la nariz, para aspirar aire y filtrarlo hacia el área vomeronasal. Los científicos creen que la información sensorial que se mueve a través del órgano vomeronasal se encuentra entre el sentido del olfato y el gusto.

El poder del olfato

Los felinos machos son más propensos a hacer la mueca que las hembras, pero estas últimas utilizan el método para realizar un seguimiento de sus gatitos.»Los gatos machos usan la respuesta ‘flehmen’ en relación con el apareamiento», señala al portal de Catster la veterinaria Sasha Gibbons. Para ello, «los aromas pueden ayudar a indicar la compatibilidad y si el momento es el adecuado». Se sabe que los gatos machos castrados exhiben dicha respuesta sin tener en mente el apareamiento.

En este punto del texto estarás pensando también en los perros, grandes olfateadores por naturaleza. Si se trata de hablar de este sentido, no se les puede omitir. Así que sí, efectivamente, los canes también tienen estos receptores. No obstante, resulta que de media, un gato tiene 30 tipos de receptores, mientras que un perro solo tiene nueve. Los grandes felinos como los leones y los tigres también exhiben la respuesta ‘flehmen’, al igual que otros animales como los caballos y los erizos.

Similar a la respuesta de ‘flehmen’ es el ‘blep’, el adorable hábito de un gato de no retraer la lengua del todo. Aquí, el gato está “oliendo” su entorno al recolectar feromonas que pasan al órgano vomeronasal. Puede parecer tonto y lindo como una respuesta de ‘flehmen’, pero los gatos lo hacen por una razón.

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