China exigió la liberación de dos supuestos pescadores detenidos por Taiwán tras una persecución de la Guardia Costera a una lancha que se saldó con el fallecimiento de los otros dos tripulantes chinos, y aseguró que no existen aguas restringidas en la zona donde tuvo lugar el incidente.
«Nunca ha existido algo como aguas ‘restringidas’ o ‘fuera de límites’ en las zonas tradicionales de pesca del estrecho (de Formosa)», afirmó Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina para Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino), citada hoy por la agencia oficial de noticias Xinhua.
La vocera aseveró que el incidente «provocó indignación generalizada» en China y advirtió de que Pekín «no tolerará la negligencia de las autoridades taiwanesas sobre la vida y la propiedad de los pescadores de la China continental».
A este respecto, Zhu reclamó la liberación de los detenidos y de su embarcación «lo más pronto posible» y agregó que las autoridades chinas «se reservan los derechos a tomar medidas adicionales, cuyas consecuencias correrán a cargo de la parte taiwanesa».
El pasado miércoles, la Guardia Costera taiwanesa detectó a cuatro personas a bordo de una lancha rápida a unos 2 kilómetros al este de la isla de Beiding, una de las más pequeñas del archipiélago de las islas Kinmen, las cuales se sitúan a escasos diez kilómetros de la ciudad suroriental china de Xiamen y a otros 187 kilómetros de la isla principal de Taiwán.
El personal costero taiwanés solicitó «inmediatamente» a la embarcación que se detuviese para someterla a una inspección, pero sus tripulantes se resistieron y huyeron a toda velocidad, causando el vuelco del vehículo y el consiguiente fallecimiento de dos de ellos, mientras que los dos supervivientes fueron puestos a disposición judicial.
La agencia oficial de noticias taiwanesa CNA señaló que la embarcación no estaba a nombre de ningún propietario y que carecía también de número de registro.
China anuncia patrullas en la zona
Tras el incidente, Pekín acusó a las autoridades taiwanesas de tratar a los pescadores chinos -la prensa oficial del país asiático asegura que se trataba de una embarcación pesquera, mientras que la parte isleña no dio información alguna sobre la identidad de sus tripulantes- de forma «brusca y peligrosa».
En respuesta, el Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán -el organismo oficial encargado de las relaciones con Pekín- aclaró en un comunicado que las acciones de la Guardia Costera fueron «de acuerdo a la ley», al tiempo que criticó a la parte china por no frenar las incursiones ilegales de sus ciudadanos en aguas taiwanesas.
Las islas Kinmen, donde viven alrededor de 120.000 taiwaneses, han sido objeto de múltiples disputas entre China y Taiwán a lo largo de las décadas, destacando el bombardeo masivo de 1958, cuando el Ejército chino abrió fuego contra el archipiélago en el marco de la segunda crisis del estrecho de Taiwán.
Este mismo domingo, la Guardia Costera china anunció «patrullas» en la zona marítima de Xiamen y Kinmen para «proteger las vidas y propiedades de los pescadores», según un comunicado emitido por su portavoz y citado por la televisión estatal CGTN.
El vocero de los guardacostas chinos aseguró que las autoridades marítimas de la provincia de Fujian -en la que Xiamen se sitúa y frente a cuyas costas están las Kinmen- «reforzarán la aplicación de la ley marítima y llevarán a cabo patrullas regulares en el área marítima de Xiamen-Kinmen».
En respuesta, el Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán calificó los comentarios chinos de «acusaciones infundadas» e insistió en que sus guardacostas «expulsarán o detendrán a embarcaciones transfronterizas» que entren en «las aguas restringidas y prohibidas de Taiwán»: «Así ha sido en el pasado y así es ahora, y se seguirá aplicando la ley en el futuro. Esto no cambiará».
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