En sus palabras Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España a través del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) dijo que España había decidido “reconocer el Estado de Palestina por la paz, la coherencia y la justicia”.
“Hay que decirles a los palestinos que estamos con ellos, que hay esperanza” y que “la tierra y la identidad de Palestina seguirá existiendo en nuestros corazones, en la legalidad internacional y en el futuro de un Mediterráneo en armonía”, dijo Sánchez, que ha delimitado el territorio del Estado palestino en “Gaza, Cisjordania, con Jerusalén Este como capital”.
Reconocer a otro país significa otorgarle un estatus legal, en este caso, la “estatalidad”. Se trata de una decisión política, que por sí misma no crea ese Estado. Palestina es una prueba de ello.
A la decisión tripartita se unió Noruega, actualmente bajo el socialdemócrata Jonas Gahr Støre, Primer Ministro noruego, quien ha defendido que la división entre Palestina e Israel debe basarse en las fronteras anteriores a junio de 1967.
Irlanda actualmente bajo el Primer ministro Simon Harris (democristiano) con apenas un mes en el poder ha asegurado que la acción coordinada de los tres países está encaminada a lograr una “paz permanente” entre israelíes y palestinos.
La Autoridad Palestina que gobierna Cisjordania y el Grupo Terrorista Hamás gobernante en Gaza, celebran el reconocimiento del ‘Estado palestino’ por estos 3 países.
Países como Francia o Alemania, aunque se manifiestan a favor de la solución de dos Estados, son más comedidos y creen que no es el momento para hacerlo, en virtud del significado de apoyo que le da a las acciones del Grupo terrorista Hamas el #07Oct.
Los embajadores Israelíes en Madrid, Dublín y Oslo han sido llamados a consultas por este motivo.
El Gobierno de Israel asegura que el reconocimiento supone “recompensar a Hamás” en sus actos terroristas.
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