El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional aseguró que está «monitoreando activamente» las tensiones en Venezuela por el resultado de las elecciones presidenciales del país.
La Corte Penal Internacional (CPI) ha anunciado que está monitoreando de cerca la situación en Venezuela tras las disputadas elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. El fiscal jefe, Karim Khan, expresó su preocupación por los múltiples informes de violencia y abusos de derechos humanos que han surgido desde entonces.
En un comunicado oficial, la oficina de Khan detalló que está «evaluando de forma independiente» toda la información disponible sobre los acontecimientos en Venezuela. Esto incluye los informes de violencia, arrestos y detenciones arbitrarias que han sido denunciados por organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación internacionales.
En este sentido, Khan agregó que su oficina había recibido «múltiples informes de casos de violencia y otras acusaciones» tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
La oficina de Khan dijo que se había puesto en contacto con el gobierno venezolano «al más alto nivel para subrayar la importancia de garantizar que se respete el Estado de derecho en el momento actual y enfatizar que todas las personas deben ser protegidas de violaciones» que podrían ser investigadas por la CPI.
En la comunicación de Khan se enfatizó que todas las personas deben ser protegidas de violaciones que puedan constituir crímenes del Estatuto de Roma.
Cabe recordar que la CPI ya había abierto una investigación preliminar sobre posibles crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno venezolano durante las protestas de 2017. Con los nuevos acontecimientos, la fiscalía de la Corte podría ampliar su investigación y considerar nuevos cargos contra altos funcionarios del régimen.
A finales de 2021, Khan anunció el inicio de una investigación formal sobre Venezuela, luego de una solicitud conjunta presentada en 2018 por Argentina, Canadá, Colombia, Chile, Paraguay y Perú.
La decisión de la CPI de involucrarse en la crisis venezolana tiene importantes implicaciones a nivel internacional. Por un lado, envía un mensaje a las autoridades venezolanas sobre la necesidad de respetar los derechos humanos y someterse a la justicia. Por otro lado, refuerza el papel de la Corte como último recurso para las víctimas de crímenes internacionales.
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