A medida que el mundo avanza hacia una transición energética, las reservas de litio han cobrado una importancia crucial. Según las últimas estimaciones, las reservas mundiales de litio al cierre de 2023 se distribuyen de la siguiente manera:
Argentina: 20 millones de toneladas
Bolivia: 21 millones de toneladas
Brasil: 0.73 millones de toneladas
Canadá: 2.1 millones de toneladas
México: 1.7 millones de toneladas
Perú: 0.88 millones de toneladas
Chile:11 millones de toneladas
Estados Unidos: 12 millones de toneladas
Con un total global que supera los 80 millones de toneladas, estos números subrayan la creciente relevancia del litio en la producción de baterías para vehículos eléctricos y almacenamiento de energía renovable.
Bolivia y Argentina lideran la lista con las reservas más grandes, lo que posiciona a la región sudamericana como un jugador clave en el mercado global del litio. Bolivia, con sus vastos recursos en el Salar de Uyuni, se destaca como el país con la mayor cantidad de reservas, mientras que Argentina sigue siendo un competidor fuerte en la extracción y producción.
Chile, conocido por su “triángulo del litio”, que incluye también a Argentina y Bolivia, mantiene una posición significativa con 11 millones de toneladas, a pesar de las tensiones políticas y ambientales en torno a la minería del litio. Por su parte, Estados Unidos, con 12 millones de toneladas, está aumentando su enfoque en el desarrollo de sus propios recursos para reducir la dependencia de importaciones.
El crecimiento en la demanda de litio ha llevado a muchos países a reconsiderar sus políticas mineras y a buscar formas más sostenibles de extracción. Los desafíos ambientales y sociales asociados con la minería del litio son objeto de creciente atención, lo que ha generado llamados a una mayor regulación y responsabilidad en la industria.
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