En el escenario latinoamericano, el gobierno de Uruguay se encuentra en un estado de vigilancia ante dos preocupantes fenómenos: la posible incursión del temido grupo criminal venezolano conocido como el Tren de Aragua y la creciente amenaza del fentanilo, apodado la “droga zombi” por su devastador impacto en Estados Unidos.
El ministro del Interior, Nicolás Martinelli, expresó estas inquietudes la semana pasada en la Cumbre Latinoamericana de Seguridad, celebrada en la ciudad costera de Guayaquil.
Durante su intervención, Martinelli enfatizó que sus alertas traen consigo “preguntas difíciles” que el gobierno uruguayo debe confrontar. “Debemos tener la firmeza para enfrentar las batallas necesarias y el valor para llevar hasta las últimas consecuencias a aquellos que transgreden la ley”, afirmó el funcionario, dejando en claro que la seguridad pública es una prioridad primordial.
El Tren de Aragua, que comenzó como una agrupación delictiva dentro de la cárcel de Tocorón en el estado de Aragua (Venezuela), ha evolucionado en un fenómeno de criminalidad transnacional. Sus actividades abarcan desde el tráfico de personas y la minería ilegal hasta el secuestro y la extorsión, así como el tráfico de drogas como la cocaína y el éxtasis.
En tiempos recientes, este grupo ha extendido su influencia más allá de las fronteras venezolanas, estableciendo redes en varios países de América Latina y generando un rastro de violencia y corrupción.
La Policía de Uruguay se encuentra al tanto de cómo opera esta organización criminal, aunque asegura que aún no ha logrado establecerse en el país, según informaciones del noticiero Telemundo de Canal 12.
Las autoridades estadounidenses han identificado al menos tres de los líderes de esta peligrosa banda. Entre ellos se encuentra Héctor Rusthenford Guerrero, conocido como Niño Guerrero, quien es objeto de una recompensa de hasta 5 millones de dólares.
También se menciona a Yohan José Romero, apodado Johan Petrica, por quien se ofrece hasta 4 millones de dólares. Por último, Giovanny San Vicente, conocido como Giovanny o Viejo, recibe una recompensa de hasta 3 millones de dólares.
¿Estás de acuerdo con las medidas tomadas por el gobierno de Uruguay?
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