Unas 500.000 personas se unieron este sábado a protestas masivas en varias localidades de Israel, exigiendo al Gobierno de Benjamín Netanyahu que inicie negociaciones para establecer un alto el fuego con Hamás y facilitar la liberación de los rehenes.
Estas manifestaciones se producen tras una semana marcada por la realización de la primera huelga general y una serie de actos de protesta en todo el país, reflejando un creciente descontento social.
Durante la protesta, se escucharon fuertes palabras de desasosiego cuando Dickman, prima de la rehén asesinada Carmel Gal, expresó: «Carmel aguantó durante ocho largos meses, enfrentándose al hambre, al temor constante y a los bombardeos… En junio, cuando un acuerdo estaba de nuevo sobre la mesa, ella seguía en la lista. Ella [y los otros rehenes asesinados] deberían haber vuelto a casa, ¡vivos!»
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Carmel Gal fue encontrada la semana pasada junto a otros cinco rehenes en un túnel en la ciudad de Rafah, en la Franja de Gaza. Los hallazgos confirmaron que habían sido «ejecutados por Hamás», según los resultados de la autopsia, lo que ha intensificado el malestar de la sociedad israelí hacia el Gobierno. Muchos ciudadanos responsabilizan a las autoridades por la falta de un acuerdo previo que pudiera haber evitado estas muertes.
«Estamos en la hora 11. Es demasiado tarde para Carmel, pero para Ohad Ben Ami, no es demasiado tarde. ¡Para Tal Shoham! ¡Para Romi Gonen! ¡Aún pueden abrazar a sus madres! ¡Salgan a la calle todos los días hasta que regresen a casa vivos!», clamó su prima, subrayando que este sábado marca once meses desde el inicio del conflicto en Gaza.
