China ha optado por imponer sanciones este miércoles a nueve empresas estadounidenses del sector de defensa, en respuesta a la reciente venta de armamento por parte de EE.UU. a Taiwán. En un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China subrayó que estas transacciones “perjudican gravemente la soberanía y los intereses de seguridad” del país asiático.
Entre las empresas sancionadas se encuentran Sierra Nevada, conocida por su especialización en la modificación e integración de aeronaves y tecnologías espaciales, así como otras firmas destacadas como Cubic, TECOM, Flat Earth, ACT1 Federal y Rocker Rudder.
Las sanciones impuestas incluyen la congelación de activos de estas compañías en suelo chino y la prohibición de que ciudadanos y organizaciones chinas lleven a cabo transacciones o colaboraciones con ellas.
Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el martes la aprobación de una posible venta de repuestos militares a Taiwán, valorada en aproximadamente 228 millones de dólares (alrededor de 204 millones de euros), según confirmaron fuentes oficiales taiwanesas.
La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) de EE.UU. explicó que la Oficina de Representación de Taiwán en el país solicitó la “compra de retorno, reparación y reenvío de repuestos clasificados y no clasificados para aeronaves y equipos conexos”, además de “servicios de apoyo en ingeniería, técnicos y logísticos”.
Esta transacción marca la decimosexta venta de armamento estadounidense a Taiwán durante la administración del presidente Joe Biden, y se produce tres meses después de que EE.UU. aprobara la venta de un sistema de drones de combate y misiles merodeadores a Taipéi, un acto que generó la ira de las autoridades chinas.
A finales de junio, Beijing ya había sancionado a varias empresas del grupo Lockheed Martin y a sus ejecutivos tras la aprobación de la venta del mencionado sistema militar, dejando en claro que la cuestión taiwanesa representa “una línea roja” en las relaciones entre Washington y Pekín. Además, en mayo de 2024, Pekín volvió a sancionar a otras doce empresas militares estadounidenses y a altos funcionarios por razones similares, en represalia a las sanciones impuestas por Washington a entidades chinas en el contexto de la guerra en Ucrania, que, según Beijing, “violó los derechos legítimos de instituciones e individuos chinos”.
Taiwán, que se convirtió en refugio del ejército nacionalista chino tras su derrota en la guerra civil (1927-1949), ha mantenido un gobierno autónomo desde entonces. Sin embargo, China reclama la soberanía sobre la isla, considerándola una provincia rebelde cuya “reunificación” no descarta abordar mediante la fuerza. Así, la cuestión de Taiwán se erige como uno de los principales puntos de fricción entre Pekín y Washington, dado que EE.UU. se ha consolidado como el principal proveedor de armamento de Taipéi y podría intervenir en su defensa en caso de un conflicto.
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