La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha declarado recientemente: “Dejé claro a la ONU que los lugares civiles también pueden perder su estatus de protección debido al abuso que los terroristas hacen de él”.
Con estas palabras, Baerbock reafirma el firme apoyo de Alemania a Israel, posicionándose de manera distinta al comunicado conjunto emitido por Irlanda, Italia, España y Francia, que renovaron su compromiso con la misión de paz de la ONU en la Línea Azul.
Por su parte, la ONU ha confirmado que mantendrá su presencia en el Líbano, a pesar de las solicitudes de las autoridades israelíes para que desalojen las instalaciones cercanas a esta frontera, y poder crear una zona de seguridad de 5-20 kilómetros en la frontera y dar finalmente cumplimiento a la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, (adoptada el 11 de agosto de 2006) que estipula que solo el ejército libanés y UNIFIL (United Nations Interim Force in Lebanon) deben estar armados en el sur del Líbano, y en la cual, la misma UNIFIL no ejecutó su labor con lo cual el grupo terrorista Hezbollah estaba hasta el sur fronterizo de Líbano con Israel
Annalena Baerbock, representante del Partido Verde alemán, ha adoptado una postura que contrasta con la de los países mencionados anteriormente, lo que evidencia la división de Europa en torno a la crisis en Líbano, causada por Hezbollah.
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