La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió el martes a la promesa del presidente electo Donald Trump de imponer aranceles del 25 por ciento a todos los productos procedentes de México que lleguen a Estados Unidos, y señaló que su país estaba preparado para responder con sus propios aranceles de represalia.
Sheinbaum también dijo que elevar los aranceles no lograría frenar la migración ilegal ni el consumo de drogas ilícitas en Estados Unidos, un argumento que Trump había esgrimido en su advertencia sobre los aranceles.
“El diálogo es el mejor camino”, dijo Sheinbaum en su conferencia de prensa diaria, en la que llamó a negociar con el gobierno entrante de Trump, al tiempo que expuso las medidas que México ya ha tomado para calmar algunas de las preocupaciones de Trump.
Sheinbaum, leyendo una carta que planea enviar a Trump, señaló que los cruces ilegales en la frontera entre México y Estados Unidos habían disminuido de diciembre de 2023 a noviembre de 2024, en gran parte como resultado de los propios esfuerzos de México para contener los flujos migratorios dentro de su propio territorio.
“Ya no llegan caravanas de personas migrantes a la frontera”, añadió.
Sheinbaum también pidió a las autoridades estadounidenses que hagan más para abordar las causas profundas de la migración.
“Si un porcentaje de lo que Estados Unidos destina a la guerra se dedica a la construcción de la paz y el desarrollo, se estará atendiendo de fondo la movilidad de las personas”, escribió Sheinbaum en la carta.
Sheinbaum también planteó el espectro de una guerra arancelaria más amplia que podría infligir daños a las economías de ambas naciones, señalando a los fabricantes de automóviles multinacionales como General Motors, Stellantis y Ford Motor Co., que han operado en México desde hace décadas.
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