En un acto que ha generado preocupación internacional, cientos de mujeres iraníes participaron en una ceremonia en la que alzaron a sus bebés como señal de disposición a entregarlos al martirio.
El evento fue presenciado por el corresponsal de CNN, Frederik Pleitgen, quien lo describió como «una expresión del valor simbólico» que el régimen iraní otorga al sacrificio por causas religiosas y políticas.
“El martirio es un concepto muy importante aquí en la República Islámica de Irán”, afirmó Pleitgen durante la transmisión. “Actualmente estamos en un evento en el que cientos de mujeres sostienen a sus bebés en el aire para demostrar que están dispuestas a ofrecer a sus hijos como mártires”.
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Este tipo de actos no son aislados. Forman parte de una narrativa oficial sostenida por el régimen desde hace décadas, en la que el martirio es exaltado como el mayor honor y herramienta de resistencia.
Sin embargo, lo ocurrido en Teherán ha despertado serias advertencias de parte de organizaciones defensoras de derechos humanos, que ven en estas prácticas una forma de adoctrinamiento desde la infancia y una glorificación de la muerte incompatible con los valores universales de protección a la niñez.
Irán ha sido acusado en reiteradas ocasiones de promover el extremismo religioso mediante la educación, la propaganda y la exaltación del martirio.
El país también ha sido vinculado con el financiamiento de grupos como Hezbolá y Hamás, que reclutan menores en conflictos armados y justifican el uso de la violencia con fundamentos ideológicos.
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