Un nuevo episodio de violencia sacude Europa. Un inmigrante sirio de 20 años atacó brutalmente a varios pasajeros en un tren de alta velocidad que se dirigía a Viena, utilizando un hacha y un martillo como armas. Al menos cuatro personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.
El ataque se produjo poco antes de las 14:00 horas en el ICE 91, cuando la formación atravesaba la región de Baja Baviera, concretamente a la altura de Straßkirchen, en el distrito de Straubing-Bogen. A bordo viajaban cerca de 500 personas. Testigos relatan escenas de pánico y caos mientras el atacante agredía indiscriminadamente a los viajeros.
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Gracias a la rápida intervención de algunos pasajeros que activaron el freno de emergencia y lograron reducir al agresor, se evitó una tragedia mayor. El atacante, gravemente herido durante el forcejeo, fue trasladado en helicóptero a un hospital cercano bajo custodia policial.
La Cruz Roja de Baviera confirmó que, además del herido grave, tres personas sufrieron lesiones moderadas y una más leves. Más de 150 efectivos —entre policías, bomberos y sanitarios— se desplegaron en el lugar, activando un operativo de emergencia a gran escala.
Todos los pasajeros fueron evacuados y atendidos en una zona de asistencia provisional, donde se les brindó atención médica y apoyo psicológico. Posteriormente, fueron derivados a un centro de atención para su seguimiento.
La operadora ferroviaria Deutsche Bahn expresó su conmoción y solidaridad: «Estamos profundamente consternados. Nuestros pensamientos están con las víctimas y con todos los que han vivido esta dramática experiencia», indicó un portavoz.
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