La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, se presentó este jueves ante la Asamblea General de Naciones Unidas con un discurso crítico hacia el papel actual del organismo internacional. En su intervención, alertó que el diálogo y la diplomacia han perdido eficacia en un mundo con 56 conflictos activos, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial.
«El mundo de hoy es muy distinto al de 1945, cuando nació la ONU con la misión de prevenir guerras. La pregunta es clara: ¿lo hemos logrado? La respuesta está a la vista de todos, en los titulares, y es implacable», señaló.
Meloni subrayó la urgente necesidad de una reforma profunda en la ONU, no desde un enfoque ideológico, sino «pragmático y realista», que reduzca la burocracia, respete la soberanía de los Estados y dé respuestas efectivas a los desafíos actuales.
La mandataria italiana también denunció la hipocresía en la defensa de los derechos humanos dentro de la ONU, reprochando que algunos sean priorizados sobre otros. En este sentido, reclamó que se reconozca la libertad religiosa como un valor esencial y denunció la persecución sistemática contra los cristianos en todo el mundo, víctimas de masacres y violencia que la comunidad internacional prefiere ignorar.
«Decenas de millones de personas, en su mayoría cristianos, son perseguidas y asesinadas. El silencio frente a esto es inaceptable», advirtió.
Con firmeza, Meloni defendió la necesidad de recuperar el sentido original de Naciones Unidas y convertirla en una institución que sirva realmente a los pueblos y no a las élites globalistas.
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