
Un inmigrante ilegal de origen afgano ha obtenido el reconocimiento de su estatus legal en el Reino Unido tras ganar un recurso ante un tribunal de inmigración, a pesar de haber respondido en repetidas ocasiones «no lo sé» y «no recuerdo» durante las entrevistas oficiales del Ministerio del Interior británico (Home Office).
Según la resolución judicial, el joven —cuya identidad no ha sido revelada— contestó «no lo sé» en al menos 158 ocasiones y «no recuerdo» en otras 49 durante los procesos de evaluación, lo que inicialmente llevó a las autoridades a cuestionar la veracidad de su relato. Sin embargo, el tribunal concluyó que estas lagunas de memoria estaban relacionadas con episodios de epilepsia sufridos durante su trayecto migratorio hacia el Reino Unido.
El inmigrante llegó al país en 2022 a bordo de una embarcación precaria. Desde el inicio del procedimiento afirmó haber nacido en 2007, aunque funcionarios del Home Office le asignaron posteriormente la fecha de nacimiento del 31 de enero de 2005. Esta discrepancia generó dudas sobre su edad, un elemento clave para determinar su situación legal, ya que ser considerado menor de edad le otorgaba mayores protecciones.
Tras varias evaluaciones contradictorias, una instancia superior determinó finalmente que el joven tenía 15 años en el momento de su llegada al Reino Unido y que en la actualidad ya ha alcanzado la mayoría de edad.Durante su estancia en el país, el afgano pasó por distintos alojamientos.
Inicialmente fue enviado a un hotel para menores extranjeros no acompañados, pero posteriormente fue trasladado a un centro para adultos, decisión que, según su defensa, agravó su situación personal y lo llevó a vivir temporalmente en la calle. Más tarde, una organización benéfica facilitó su traslado al municipio de Croydon, donde fue acogido por una familia.
En enero de 2024, las autoridades reconocieron oficialmente su condición de refugiado, concediéndole permiso de residencia hasta 2029. No obstante, en mayo de ese mismo año, la Junta Nacional de Evaluación de Edad volvió a concluir que tenía 19 años, subrayando las inconsistencias en sus declaraciones y el elevado número de respuestas evasivas durante las entrevistas.
La defensa recurrió nuevamente la decisión alegando que la epilepsia del joven afectaba gravemente a su memoria y capacidad cognitiva. La jueza Leonie Hirst aceptó este argumento y sostuvo que las contradicciones sobre su fecha de nacimiento eran compatibles con la realidad de Afganistán, donde muchos menores desconocen su edad exacta y dependen del testimonio familiar.
El tribunal también tuvo en cuenta que el inmigrante aseguró haber sido aconsejado por otros migrantes para proporcionar una fecha de nacimiento arbitraria al llegar al país. Posteriormente, según declaró, su familia le confirmó que era menor de edad en ese momento.
La resolución ha reavivado el debate en el Reino Unido sobre los controles migratorios, los procedimientos de verificación de edad y los criterios utilizados para conceder asilo y ciudadanía a inmigrantes que llegan de forma irregular al país.
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