El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, reivindicó abiertamente el significado religioso y cultural de la Navidad durante la cena navideña del PP celebrada en Madrid, donde se definió como un “orgulloso creyente” y dejó claro que no iba a felicitar las ambiguas “fiestas”, sino a desear, sin rodeos, “Feliz Navidad”.
Ante cargos, militantes y simpatizantes del partido, Feijóo defendió que no existe motivo alguno para ocultar las convicciones personales ni para pedir disculpas por expresar públicamente la fe cristiana que ha dado forma a la historia y a las tradiciones de España. “No hay nada de lo que avergonzarse”, vino a subrayar el líder popular, en un mensaje que fue recibido con aplausos por los asistentes.
El discurso del presidente del PP llega en un contexto político marcado por el empeño de sectores de la izquierda en sustituir expresiones tradicionales como “Feliz Navidad” por fórmulas genéricas como “felices fiestas”, en un intento —según denuncian desde el centro-derecha— de diluir el sentido religioso de estas fechas y arrinconar las raíces culturales del país. Feijóo no esquivó esta cuestión y presentó su postura como una defensa clara de la libertad individual frente a lo que calificó implícitamente como una corrección política impuesta.
Desde el Partido Popular se interpreta este mensaje como una afirmación de principios: la defensa de las tradiciones, del legado cristiano y del derecho de los ciudadanos a expresar sus creencias sin complejos en el espacio público. En contraste con un Gobierno y una izquierda que apuestan por el relativismo cultural, Feijóo quiso marcar perfil y recordar que la Navidad forma parte esencial de la identidad española.
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