La derecha en Latinoamérica (Latam) y cómo sus terribles gestiones son sólo la transición entre un desastre comunista y otro

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Latam

Los políticos latinoamericanos, que presiden gobiernos, hasta ahora demócratas y en teoría de derecha o centro derecha, pareciera que están desesperados por ver a sus países hundirse en las manos de los movimientos de extrema izquierda o comunistas.

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El mejor aliado que tienen los comunistas en este momento son los gobiernos de derecha en Latam.

Creo que nadie ha trabajado tan duro para posicionar a la izquierda en Latam en estos momentos como los “gobiernos de derecha” o “de centro” que conducen los destinos de países como Colombia, Chile, Brasil y el Salvador, por ejemplo.

El empeño en llevar gestiones que se van a los extremos y llenas de populismo, pero con poca efectividad real, son el caldo de cultivo perfecto para que la extrema izquierda entre campante en estos países, que en algún momento creímos conquistados, pero que hoy dan claras muestras de poder sucumbir, no solo ante la izquierda, sino ante el caudillismo retrógrado en algunos casos.

Colombia se hunde en /con la falta de carácter de Iván Duque

La Colombia que vemos hoy, es un ejemplo perfecto de cómo un gobierno demócrata, trabajó con su mejor empeño para servir a su nación en bandeja de plata y que el comunismo pueda devorarla sin problema.

Resulta inverosímil que una figura tan oscura como la de Gustavo Petro, se alzaría con la presidencia de Colombia si las elecciones fueran esta semana… Pero esto no se debe a que Petro sea un gran estadista, en absoluto. Se debe a las profundas debilidades estratégicas de Iván Duque y su pobre capacidad para gerenciar conflictos.

Aunque no podemos dejar de reconocer su espíritu de ayuda a los migrantes venezolanos, Duque olvidó que no preside una ONG de ayuda humanitaria.

Hoy Colombia está sufriendo por los malos oficios de la gestión de Duque, es evidente que existe descontento por su labor. Pero lo que pagan con creces, es la tibieza de sus acciones ante la crisis de su vecino país (Venezuela).

Latinoamérica se incendia y sus gobernantes rocían el fuego con gasolina para intentar extinguirlo

Colombia

Cuando vemos a la Colombia de hoy (07 de mayo de 2021) los parecidos con la Venezuela de Carlos Andrés Pérez son innegables y preocupantes. Fue éste el inicio formal de la espiral de desgracia comunista que vive esa nación.

En ese momento un paquete de medidas económicas “desató el descontento popular” y “bajaron los barrios”, según nos contaron los medios, pero lo que nunca nos dijeron es que todo había sido orquestado y organizado por la Habana.

Hoy ante las evidencias de que el comunismo radical se esconde detrás de los saqueos y los destrozos, muchos tristemente prefieren repetir las gastadas retóricas socialistas en lugar de prestar atención a las alarmas.

La izquierda radical aprovechó la escasa popularidad de CAP para atacarlo sin piedad y comenzar a socavar la democracia de una república que agonizaba por 40 años de corrupción y malas gestiones. Escenario que hoy es muy similar en una Colombia comprometida por la débil gestión de Iván Duque.

El comunismo sabe leer estos momentos a la perfección y apuesta a la terrible respuesta que suelen dar los cuerpos de seguridad, para asegurar víctimas que tiñan de sangre las revueltas y, entonces, la ineficacia de los Estados termina trabajando para la izquierda radical.

Chile

Es así como el débil liderazgo de Piñera casi lleva al colapso total a su nación y, aunque lograron salvarse, la herida ha quedado abierta y de seguro Chile logre superar el bache momentáneamente pero recordemos a Hugo Chávez cuando dijo, luego de ser capturado durante su sanguinario golpe de Estado: “Los objetivos no han sido cumplidos, por ahora”,estaba muy seguro que pronto lograría hacerse con el poder, porque ya el comunismo había penetrado como una enfermedad hasta los tuétanos de la República.

Brasil

Por su parte el verbo encendido del presidente Bolsonaro, unido a su terrible gestión durante el Covid-19, tampoco alcanzaron para mantener a raya al comunismo populista. El problema es que no podemos combatir Populismo de izquierda con Populismo de derecha, el resultado siempre es nefasto y, es así como vemos a Lula salir campante y listo para recuperar el territorio, que por un momento, los defensores de la libertad y de la democracia en Brasil, creímos conquistado.

El Salvador

No es poco lo que presidente Bukele hace por su antiguo amor ideológico, la izquierda, porque enarbolando la bandera del autoritarismo se lanza contra las instituciones que le adversan, con la excusa de “barrer a los corruptos”, muy parecido a Chávez que también estaba “limpiando la casa” cuando decía que “freiría las cabezas de los Adecos en aceite” y las masas lo aplaudían.

La explicación que da Bukele a sus acciones es peor aún, porque su justificación es que otros gobernantes también lo hacen… Dice que Biden también “quitó al fiscal de Trump y puso al demócrata” y aunque estoy seguro de que no es la misma situación, me pregunto… ¿Cómo se comportaría el señor Bukele ante unas protestas.?

Causa temor saber a quién podría imitar entonces ¿Imaginan que se incline por el modelo castro-chavista de “orden público”?

¿Llegamos al poder para gerenciar la mediocridad?

Aunque hablar de izquierda y derecha como absolutos, es en mi opinión, no comprender la compleja realidad ideológica que vive el mundo en este momento, si lo reducimos a ese nivel por unos instantes; veremos que la derecha tiene que dejar de producir gobiernos populistas y mediocres.

No basta con ser de derecha, lo importante es generar un cambio real en los países desde el imperio de la ley, la meritocracia y la lucha frontal y real contra la corrupción.

No abordar temas porque “son de progresistas”, no gestionar adecuadamente los sistemas de salud, no avanzar en creación de riqueza para combatir la pobreza, no invertir en educación, no capacitar de manera correcta a los organismos de seguridad, son sólo algunos de los problemas que se resuelven con calidad de gestión y no con teorías filosóficas y gritos en tarimas.

Un mal gobierno de derecha, es sólo la transición entre un desastre comunista y otro.

Por: Rommel Veitia Lugo

Periodista, Consultor de Marketing y Comunicaciones, Director Repúblicos TV, Columnista en The Freedom Post.

Co-Host: EnContra2

Twitter: @RommelVeitia

Instagram: @rommel_veitia

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